Traducido por Julieta Tonello y revisado por Yaotl Altan, miembros de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. |
En referencia al libro “Hegemonía y supervivencia” de Chomsky, el presidente de Venezuela Hugo Chávez, dirigiéndose a las Naciones Unidas, dijo: “los invito, con el mayor de los respetos, a aquellos que aún no han leído este libro, a que lo hagan.”
En respuesta a la pregunta formulada en una entrevista en 2006 acerca de qué acciones hubiese tomado en caso de ser presidente, Chomsky respondió: “Instauraría un Tribunal de Crímenes de Guerra para mis propios crímenes, porque si asumiera esa posición, tendría que tratar con la estructura institucional y con la cultura, la cultura intelectual. La cultura debe ser curada”.
En esta entrevista conversé con el profesor Chomsky acerca de Irán, los asuntos nucleares, las relaciones entre Washington y Teherán, y el impacto global de los grupos sionistas. Un extracto de esta conversación fue publicado primeramente en el diario iraní en inglés Tehran Times.
Q: Profesor Chomsky, usted ha reiterado en numerosas ocasiones que la mayor parte de los países del mundo – incluyendo a los miembros del Movimiento de Países No Alineados- apoya el programa nuclear iraní; sin embargo, los neoconservadores estadounidenses continúan proclamando su agresivo lema. ¿Porqué?
A: No sólo el Movimiento de Países No Alineados, sino también la gran mayoría de los estadounidenses cree que Irán tiene derecho a desarrollar energía nuclear. Pero casi nadie en Estados Unidos es consciente de ello. Esto incluye a aquellos que son encuestados, y que probablemente creen que son los únicos que piensan así. Nunca se publica nada sobre este tema. Lo que incesantemente aparece en los medios es que “la comunidad internacional” exige que Irán detenga el enriquecimiento de uranio. En casi ningún medio se explica que el término “comunidad internacional” es usado convencionalmente para referirse a Washington y a quienquiera que esté de acuerdo con ello, no sólo en este asunto, sino en general.
Q: La mayor parte de los analistas de asuntos internacionales aún no pueden asimilar el doble criterio nuclear del gobierno de Estados Unidos. Aunque apoya el arsenal atómico de Israel, continúa presionando a Irán para que detenga sus programas nucleares. ¿Cuáles son las razones? ¿Posee la IAEA autoridad suficiente para investigar los casos de armamento atómico en Israel?
A: El punto fundamental fue explicado con franqueza por Henry Kissinger. El Washington Post le preguntó porqué razón ahora él afirma que Irán no necesita energía nuclear, y que, por lo tanto, debe estar trabajando para construir una bomba, mientras que en 1970 insistió en que Irán necesitaba energía nuclear y que Estados Unidos debía proveer al sah con los medios para desarrollarla. Su respuesta fue puro Kissinger: “Era un país aliado”, y por ello necesitaba energía nuclear. Ahora que ya no es un país aliado, no necesita energía nuclear. Israel, por su parte, es un aliado, más precisamente un estado cliente. Por lo tanto hereda del amo el derecho a hacer lo que desea.
La IAEA posee la autoridad, pero Estados Unidos nunca permitiría que haga uso de ella. El nuevo gobierno de Estados Unidos no ha dado muestras de ningún cambio en este sentido.
Q: Existen cuatro estados soberanos que el TNP aún no ha ratificado, y que desarrollan libremente bombas atómicas. ¿Será Irán liberado de las constantes presiones; debe detener su ratificación y retirarse del tratado?
A: No, eso sólo aumentaría las presiones. Además de Corea del Norte, todos esos países reciben apoyo extensivo de Estados Unidos. El gobierno de Reagan fingía no saber que su aliado Pakistán estaba desarrollando armas nucleares, de modo que la dictadura pudiera recibir ayuda masiva de Estados Unidos. EUA ha aceptado ayudar a India a desarrollar sus instalaciones nucleares; Israel es un caso especial.
Q: ¿Qué factores probables podrían dificultar la realización de conversaciones directas entre Irán y EUA? ¿Es mayor la influencia de los grupos de Israel que la del sistema corporativo de Estados Unidos?
A: El grupo de presión israelí ejerce cierta influencia, pero limitada. Esto se demostró en el caso de Irán, una vez más, el verano pasado, durante la campaña presidencial, cuando la influencia de los grupos se encuentra en su apogeo. El grupo israelí buscaba que el Congreso aprobara la legislación para lograr el bloqueo a Irán, un acto de guerra. La medida obtuvo un apoyo considerable, pero luego, de pronto, desapareció, probablemente debido a que la Casa Blanca dejó en claro, con discreción, que se oponía.
En cuanto a los verdaderos factores, aún no contamos con registros suficientes, de modo que es necesario especular. Sabemos que la gran mayoría de los estadounidenses quiere llevar una relación normal con Irán, pero la opinión pública rara vez ejerce algún influjo sobre la política. Las grandes compañías de EUA, incluyendo a las poderosas corporaciones de energía, quisieran poder explotar los recursos petroleros de Irán. Pero el Estado insiste en lo contrario. Supongo que la razón principal es que Irán es demasiado independiente y desobediente. Los grandes poderes no toleran lo que ellos consideran parte de sus dominios, y las regiones de mayor producción de energía en el mundo han sido desde hace tiempo dominio de la alianza anglo-estadounidense, ahora con Gran Bretaña reducida a socia subalterna.
Q: ¿Habrá una transformación táctica o sistemática en la aproximación de los medios de comunicación masiva hacia Irán durante la presidencia de Obama? ¿Podemos esperar una reducción de la propaganda anti-iraní?
A: Por lo general, los medios adhieren al sistema general de la política de estado, aunque algunas veces los programas políticos son criticados con fundamentos tácticos. Por lo tanto, todo depende de la postura que asuma el gobierno de Obama.
Q: Finalmente, ¿Usted cree que el presidente de los Estados Unidos debería seguir la propuesta de Irán y disculparse por los crímenes históricos contra Irán?
A: Creo que lo poderoso siempre debe reconocer sus crímenes y disculparse por las víctimas, es más, debería también reparar los daños. Por desgracia, el mundo está mayormente regido por la máxima de Tucídides: el fuerte hace lo que quiere, y el débil sufre como debe. De a poco, con el pasar del tiempo, el mundo se va tornando cada vez más civilizado, en general. Pero aún queda un largo camino por transitar.
http://www.foreignpolicyjournal.com/2009/04/20/iran-is-too-independent-and-disobedient-chomsky/