miércoles, 20 de mayo de 2009

Campesina y campesino que amanecen haciendo revolución (1, 2, 3, y 4 - )

Campesina y campesino que amanecen haciendo revolución ( 1.- )


Campesinos, mercado climático y la FAO



Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (Fagro-UCV).



En el marco del mes donde se celebra el día internacional de la lucha campesina por la tierra (17 abril), y el día de la Tierra -que son todos los días- (22 abril), compartiremos de forma periódica algunos escritos sobre el tema con la expresa pretensión de papeles de trabajo para el debate. Las dos primeras entregas, narran las circunstancias que nos llevan alertar sobre la inclinación mercantilista de los proyectos para la agricultura campesina (AC). Motivación de estos textos. La tercera, tratará de introducir una línea de pensamiento sobre la AC que faculte su abordaje para potenciarlas como referencial insurgente. La cuarta, recoge algunas evidencias de la acción humana sobre la naturaleza y su impacto, que nos llevan a plantear la necesidad de confrontar el modelo de desarrollo existente, renunciando al imaginario económico de que ‘vales lo que tienes’ y que ‘cantidad (tener más) equivale a vivir mejor’. De allí se desprende la importancia de una AC con medios y modo de producción acorde con una economía de vida. Y para finalizar, la quinta entrega precisará el cuestionamiento político del presente ensayo.


Campesinos, mercado climático y la FAO


La agricultura campesina (AC), constituye una alternativa sociopolítica, cultural, económica y ambiental, que ha resistido históricamente las leyes del mercado, dada su racionalidad no capitalista, su autonomía, y cuido de la naturaleza. Razón por la cual, los entes del capital se han mantenido a la caza de su control e incorporación al agronegocio. Nada nuevo. Sin embargo, no deja de sorprender lo evidente de esa búsqueda en el planteamiento que realizara la FAO, cuando solicitó se incluyera la agricultura en las negociaciones para el nuevo tratado sobre el cambio climático que sustituirá al Protocolo de Kyoto, y que se realizará en Copenhague, diciembre 2009: "los campesinos que viven de la tierra, en particular en los países pobres, deberían ser involucrados en la retención de carbono para mitigar el impacto del cambio climático (…) Apuntó además, que los mercados de carbono podrían proporcionar inversiones significativas para estimular el desarrollo rural y la agricultura sostenible” (FAO 2009).


El mensaje oculto: los campesinos son los responsables de la contribución de la agricultura a los gases de efecto invernadero (GEI) (14% de CH4 y 8% de N20), y no el agro negocio con su perverso sistema de cultivo, hoy denominado ‘desiertos verdes’ (monocultivo, paquete de agro tóxicos, intensiva maquinaria y exclusión). Mensaje explícito: incluir los suelos y bosques en el mercado del carbono, lo cual posicionaría –aún más- a las corporaciones de nuestra naturaleza (2), y con ello lograrían desintegrar la agro-cultura campesina. A confesión de partes, relevo de pruebas: "Se necesitan inversiones muy cuantiosas para cambiar los métodos de producción insostenibles, enseñar a los campesinos prácticas para reducir el cambio climático y mejorar el crédito y la información” (FAO, 2009).


Objetamos dicha petición por su meridiana intencionalidad neoliberal, y decimos: a) la agricultura no debe entrar a ninguna ‘negociación’ porque se trata de la naturaleza de la cual formamos parte. Requiere precisamente, erradicar el paquete de la ‘revolución verde’ y su avanzada denominada por el Presidente brasileño, Lula da Silva, la ‘revolución dorada’. Causantes de que la actividad agrícola-pecuaria sea el segundo factor, después de la quema de energía fósil que contribuye a los GEI; b) Apoyamos la solicitud de que la FAO debe cerrarse. Petición, realizada al menos por 900 organizaciones de pueblos indígenas, campesinos, pescadores, pastores y ONG, reunidos en un foro paralelo en Roma en junio 2008, durante la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial (3).


No se puede continuar con un organismo que sólo favorece las corporaciones, violando el derecho a la alimentación, es decir, a la vida, es decir, violando la naturaleza.


Por la soberanía alimentaria de los pueblos, que implica el control local de los alimentos, tanto en su producción como en su distribución, como su derecho a decidir, qué comer, qué se cultiva, dónde, y de qué forma. Esto es, “ el derecho de la gente a comida saludable, culturalmente adecuada producida con métodos ecológicamente responsables y sostenible, es el derecho de los gobiernos a definir su propia comida y las políticas agrícolas del país sin perjudicar la agricultura de otro países” , tal como plantea, Vía Campesina Internacional.


Delia Polanco-Loaiza. Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (Fagro, UCV)

Campesina y campesino que amanecen haciendo revolución (2.- )


Agricultura familiar un buen negocio





Continuando en el mes donde se celebra el día internacional de la lucha campesina por la tierra (17 abril), y el día de la Tierra -que son todos los días- (22 abril), presentamos la segunda entrega (2), referida a la inclinación mercantilista de los proyectos para la agricultura campesina (AC). En este caso, con una reflexión sobre la Reunión Especializada sobre la Agricultura Familiar ( REAF) del Mercosur . Quedan pendientes: la conceptualización de la agricultura campesina que la faculta como una de las socio economías insurgentes contra el capital; la importancia de una agricultura campesina con medios y modo de producción acorde con una economía de vida, y la quinta y última entrega donde se precisará el cuestionamiento político del presente ensayo.


Venezuela asistió a la “X Reunión Especializada sobre la Agricultura Familiar ( REAF)” celebrada en Brasil del 21 al 28 de noviembre del 2008, donde uno de los folletos distribuidos, rezaba: “Agricultura familiar un buen negocio”. No es de extrañar en una reunión creada en junio 2004 por el Grupo Mercado Común, -órgano ejecutivo del MERCOSUR (3)-, la cual tiene como objetivo fundacional el fortalecer las políticas públicas para el sector, promover el comercio de los productos de agricultura familiar campesina (AFC), y promover y facilitar la comercialización de productos oriundos de la AFC de la región.


El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ha sido el principal organismo financiador de la REAF, cuya visión para el Mercosur -según lo expuesto en la reunión de Montevideo en 1997- es “El combate a la pobreza con reglas de mercado” (Ramos, s.f.). No obstante, en la reunión de noviembre 2008, se aprobó la instauración de un fondo que le dará autonomía a la REAF.


Demos una mirada por los 14 años de existencia de la REAF:


1) Consolidación del discurso del desarrollo. José Ernesto Büttner Limprich (s.f). , Director de la Secretaría Administrativa del Mercosur (2006-2007), señala que la REAF, ha sido un eficiente mecanismo formal de participación y propuesta, “ promoviendo el diálogo político sistemático y haciendo valiosos aportes que apuntan a mejorar las condiciones de competitividad e inclusión social que permitan al sector contribuir a acelerar sus procesos de desarrollo económico con justicia social(Subrayado, dado el conflicto que genera cada proposición con su contrario) . La REAF ha consolidado un espacio de diálogo político reconocido por Gobiernos, O NGs , y por el MERCOSUR (4), bajo el alegato de ‘políticas diferenciadas y los problemas del comercio para la agricultura campesina’, y figur an en la Agenda política, diplomática y técnica de las negociaciones comerciales intra y extra MERCOSUR. Siendo las cosas así, resulta evidente la unificación del discurso d el ‘desarrollo económico’ para la AC, entre sus países miembros y asociados. Discurso de origen occidental que ha operado como un poderoso mecanismo para la producción cultural, social y económica, en América Latina, África y Asia, según lo ha evidenciado el colombiano Arturo Escobar (1996).


2) Creación del aparato institucional, el cual comprende desde las instituciones internacionales existentes del capital, por ejemplo, el Banco Mundial y otras del sistema de la Organización de Naciones Unidas (FAO, PMA; PNUD; FIDA), hasta los ministerios de los países miembros, sus agencias nacionales de planificación y desarrollo, así como proyectos de desarrollo a escala local. En Venezuela, Proyecto Ciara-Barlovento de cadenas agroproductivas; El Proyecto de Consolidación del Desarrollo Sostenible de la Zona Semiárida de los estados Lara y Falcón (Prosalfa); actualmente se elabora el ‘Plan Socialista de agricultura familiar’ bajo la coordinación del los ministerios del Poder Popular para la Alimentación (Minppal), Agricultura y Tierras (Mppat), bajo convenio con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Abastecimiento de Brasil (ABN, 2008) .


En Argentina se formó el Foro Nacional de la Agricultura familiar; en Uruguay la Dirección General de Desarrollo Rural, en el MGAP, orientada a la formulación de instrumentos diferenciados para la agricultura familiar campesina y el Desarrollo Rural; Procesos en el Paraguay para el fortalecimiento del MAG para el diálogo político, a través de la Dirección de Extensión Agrícola y la Dirección General de Planificación, entre otros.


Este considerable aparato institucional le ha permitido a la REAF por una parte, unificar, difundir y consolidar el discurso de la ‘inclusión de la agricultura campesina en la económica del capital’ y su importancia en el PIB nacional de c/u de los países (5) , y por otro, ‘naturalizar la forma de hacer las cosas’ : elaboran las propuestas de desarrollo rural y fomento de la agricultura familiar, que son enviadas a los órganos ejecutivos del bloque regional para su aprobación y posterior incorporación en las políticas nacionales e identifican acciones concretas de ‘cooperación horizontal’ (6) entre gobiernos y Organizaciones Sociales de los países participantes en la REAF. Ello , bajo la estrategia de ‘desarrollo sustentable ’ y/o soberanía alimentaria. Recuérdese que otrora ya se tuvo un primer intento con organismos internacionales, bajo la estrategia del ‘desarrollo rural’ y complicidad de gobiernos nacionales, quienes facilitaron la vinculación sistemática de conocimiento (expertos en agricultura, alimentación, procesamiento, otros), y práctica por medio de proyectos e intervenciones, particulares (asistencia técnica, extensión agrícola, transferencia de tecnología, agrosoportes, financiamiento, otros), transformando sociedades campesinas de una ‘agricultura para la vida’ por la de mercado.


A lo anterior le debemos agregar la pérdida de saberes y quehaceres ancestrales y/o tradicionales, y lo más trascendente, la exclusión del sentir de los pobladores campesinos.


3) Instrumentación y procedimientos, rápidos y ‘exitosos’: cursos, talleres, seminarios, buscando ‘profesionalizar la agricultura campesina’ (7). Utilización del lenguaje y propuestas de movimientos alternativos, como por ejemplo, equidad de género, riesgo climático, inversión extranjera en tierras, seguros agrícolas, inclusión de jóvenes campesinos, entre otros. Aunado a ello, cuentan con la efectividad en el diligenciamiento, al punto que en mayo 2007, crearon el Observatorio de Agricultura Familiar del Mercosur (APM, 2007), cuyo cometido es el de obtener, procesar y poner en servicio todos los datos e información acerca de la agricultura familiar en la región; identificar la población rural beneficiaria de las políticas diferenciales; la creación e instalación de la Red de Instituciones de Políticas en materia de Acceso a Tierra y Reforma Agraria; ‘listado consolidado de productos de importancia socioeconómica’ y para la seguridad alimentaria proveniente de la agricultura campesina; Sello que identifique los productos de la agricultura campesina y/o la economía social rural (8); Reglamentos técnicos y libre circulación.


En la reunión de noviembre 2008, se aprobó la instauración de un fondo, que le dará autonomía a la REAF, como señalamos anteriormente. Cada país tendrá que aportar anualmente al fondo con porcentajes proporcionales a la media histórica de su Producto Interior Bruto (PIB) en relación al total del bloque (Brasil, 70%; Argentina, 27%; Uruguay, 2%, y Paraguay, 1%). El orden, control y progreso llegó para los pequeños agricultores y agricultoras de los países del Mercosur (9). ¿Tendrán escapatoria?


¿Cuándo aprenderemos que el capital esta muy bien organizado, con objetivos claros y toda su parafernalia consolidada?


Debemos, afinar el foco: si no inventamos otro mundo, y lo concretamos, -lo que requeriría de otro conocimiento fuera del contexto institucional del capitalismo-, vendrá la barbarie, peor de la que hemos tenido en estos 500 años de historia del mercado como conductor de nuestros destinos.


El capital sabe que la agricultura campesina es un bastión de resistencia, viene por ella (10).


Delia Polanco-Loaiza. Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (Fagro-UCV).


Correo: polanco.delia@yahoo.es


Referencias bibliográficas

ABN (2008). Venezuela y Brasil adelantan Plan Socialista de Agricultura Familiar, [en línea]. Agencia Bolivariana de Noticias (ABN). Sección Poder Popular. 12.12.08. Disponible en: http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=161559&lee=4


APM (2007). Crean en el Mercorsur Observatorio de Agricultura Familiar, [en línea]. Agencia Periodística del Mercosur. 03-05-2007. Sección: Otro mundo posible. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=50402


Bansart A. (2006). Cooperación, ¿asistencia o engaño? Revista Question, año 4, nº 47. Mayo 2006. p. 8-9


Büttner Limprich J (s.f). La REAF como instrumento de participación social en la institucionalidad del MERCOUSR, [en línea]. . Disponible en: http://www.uruguayrural.gub.uy/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=45


De la Cal J. (2006). El norte robó sus semillas, [en línea]. Diario El Mundo. España. 2 de Abril de 2006, número 544. Disponible en: http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2006/544/1143928806.html


EFE (2008). Productos de la agricultura familiar del Mercosur tendrán un sello especial, [en línea]. Agencia EFE de noticias. España. 22-11-08. Disponible en: http://www.cotizalia.com/cache/2008/11/22/1_productos_agricultura_familiar_mercosur_tendran_sello.ht

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EFE (2007).. Reunión sobre la agricultura familiar instaló hoy el Mercosur en Uruguay, [en línea]. Mercosur- Agricultura. 24-10-07 . Disponible en: http://www.invertia.com/noticias/noticia.asp?idnoticia=1838811


Escobar A. (1996). La invención del tercer mundo. Construcción y desconstrucción del desarrollo. Traducción de Diana Ochoa. 1ª edición para AL. Grupo editorial Norma. Bogotá, Colombia. 474 pp.


ODEPA. (2007). E spacios de formulación y concertación de políticas de integración y facilitación de comercio para los trabajadores rurales, cooperativas y la agricultura familiar campesina e indígenas. Perspectivas desde la REAF Mercosur y de la COPROFAM , [en línea]. ODEPA-Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Gobierno de Chile. Disponible en: http://www.rlc.fao.org/ong/pdf/sartori.pdf


Ramos A. (s.f). Creación y Evolución de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar en el MERCOSUR (REAF) , [en línea]. Programa Regional del FIDA para el MERCOSUR. Disponible en: www.rlc.fao.org.es/desarrollo/interag.pdf.reaf


NOTAS


1) El título pertenece a una frase de la canción ‘Campesino que amaneces’ de Albita Rodríguez en producción titulada: ‘Habrá música guajira’ (CD-Rom). Cuba. Por otro lado, nos interesa dejar claro que por revolución asumimos, la acepción de insurgir y transformar el orden hegemónico.


2) La primera entrega, titulada ‘Campesinos, mercado climático y FAO’, la puede ubicar en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84013


3) La declaración final de esa cumbre fue aprobada por 183 países sin el apoyo de Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia. La delegación argentina afirmó que la declaración ignora la responsabilidad de las políticas agrícolas distorsionadas aplicadas en los últimos 60 años en los países desarrollados. Venezuela lamentó que el texto final caracterice el problema del hambre como una crisis coyuntural y no como un problema estructural relacionado con el sistema capitalista y su modo de producción y consumo. Los delegados cubanos dijeron que la declaración es el resultado de la falta de voluntad política de los países del Norte para promover una solución justa y duradera a la crisis. Los otros países también siguieron la misma línea de críticas (Adital, 2008).


4) El Proyecto de Decreto Legislativo que contiene el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercosur, fue firmado en Caracas el 4 de julio de 2006, y cuenta con la aprobación de dos de los miembros plenos del bloque: Argentina y Uruguay. Sólo falta que el Senado de Brasil emita su voto definitivo, al igual que Paraguay. El 18-12-08 la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el ingreso, ahora falta ser votado a principios del 2009 por el Senado Federal de ese país, mientras que la comisión de relaciones exteriores del Senado paraguayo reunido el 4 de marzo 2009, dejó pendiente este asunto por falta de acuerdo.


5) En 14 años de existencia de la REAF ha realizado 10 Secciones plenarias con los países miembros y organizaciones sociales; Secciones Nacionales por cada uno de los estados parte y asociados, en las cuales se reúnen las delegaciones de los gobiernos y de las organizaciones sociales, las veces que se considere necesario, durante el semestre, para el tratamiento de la Agenda REAF y a su vez profundizar el diálogo político a la interna de cada país, en relación a las políticas diferenciadas nacionales; Grupos Temáticos con delegados oficiales y de las organizaciones sociales que abordan temas de la agenda especializada, procurando arribar a recomendaciones y/o el diseño de instrumentos concretos de política pública a nivel nacional o regional.


6) La AF aporta el 10% de la renta en Brasil; el 26% en Uruguay y 23% en Paraguay, y 53% en Argentina (EFE, 2007). La producción equivale al 9% del PIB del bloque con 20 millones de personas dedicadas a la AF (EFE, 2008).


7) Vale recordar el historial de las engañosas cooperaciones de los países ricos después de la segunda guerra mundial, a los mal llamados países en vías de desarrollo, que al darse cuenta que las materias primas se quedaban en las ex – colonias, buscaron la forma de continuar con el control de las mismas, “mediante asistencia técnica (desinteresada), desembarcaron, […] ejércitos pacíficos de expertos europeos y norteamericanos (peleaban entre sí para ver quiénes eran los más generosos). Era una fauna impresionante de expertos agrícolas, especialistas en educación liberadora, peritos en reformas agrarias, curas izquierdistas, agentes de la CIA disfrazados de monjitas, jóvenes de Peace Corp, voluntarios de Alianza para el Progreso, y miembros de las ONGs, enviados allá para velar por los Derechos Humanos, la libertad de prensa y la transparencia de las elecciones. Estos ejércitos de misioneros armaron escuelas para alfabetizar (a su manera) a lo sub-desarrollados (ahora promovidos a en vías de desarrollo) y para que entendieran correctamente las complicadas leyes del mercado, el pensamiento único y las reglas de buena conducta política” (Bansart, 2006:8).


8) La profesionalización en este caso se refiere al ‘apoderamiento’ de la academia, la ciencia, instituciones, técnicos, de los saberes y quehaceres de los sistemas alimenticios ancestrales, así como de las adaptaciones realizados por la agricultura familiar campesina de su modo de vida y producción. Por ejemplo, a su selección autóctona de semilla, se les denomina ‘bancos comunitarios o sociales de semillas’, sus sistemas de gestión de agua, ‘cosecha de agua’; a su modo de producción, se les adjudica ‘granjas integrales’ o agricultura sustentable o agroecológica’ orgánica, entre otros; a sus prácticas para la producción de alimentos, se les conoce como ‘buenas prácticas agrícolas’; a la protección contra factores bióticos, ‘control biológico’. De tal manera, que ya tienen conocimientos especializados sobre el tema (técnicos, diplomados, maestrías, otros). Esta percepción no menosprecia el invaluable aporte y mejoras para la continuidad de estos sistemas alimenticios, -imperiosa necesidad de su concreción a escala planetaria-, sin embargo, ello ha estado acompañado de la perversidad del mercado, el cual a través de ‘biopiratería’ (ver De la Cal, 2006), y complicidad de las instituciones y gobiernos, ha permitido que se patenten, -léase, ‘se roben’-, esos saberes, quehaceres e insumos. Agregarle, que los productos de la ‘agricultura biodinámica’ e ‘orgánica’ son los de mayor costo en el mercado, inaccesibles para las personas de escasos recursos.


9) El asesor de Promoción Comercial del Ministerio de Desarrollo Agrario de Brasil, Laudemir Müller, señaló que para el 2009 se tendrá el sello que identifique la agricultura familiar campesina de los países del Mercosur: “con el sello habrá una identidad para la agricultura familiar, se identificará fácilmente a esa producción y se facilitará además la comercialización, con el objeto de mejorar la renta de los agricultores" (EFE, 2008).


10) “La agricultura familiar posee un inmenso potencial humano, cultural y productivo. Controla importantes recursos de tierra y agua, posee experiencias productivas, que constituyen sus activos más valiosos” (ODEPA, 2007). Una meridiana percepción taylorista de que el conocimiento y recursos naturales están en manos de los productores y productoras. Así que van por ellos y ellas.


Correo: polanco.delia@yahoo.es


Referencias bibliográficas


Adital. (2008). Latinoamericanos rechazan declaración final de la FAO, [en línea], Revista digital española Rebelión. 08-06-2008. Economía. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=68556

FAO. (2009). Los acuerdos sobre el cambio climático deben contar con los campesinos, [en línea]. Sala de Prensa FAO. 02-04-09. Disponible en: http://www.fao.org/news/story/es/item/11356/icode/

Salva la Selva. (2009). Biochar, una nueva amenaza para los pueblos, la tierra y los ecosistemas, [en línea]. Revista digital española ‘Rebelión’. 19-03-2009. Sección Ecología social. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=82542

Notas

1) El título pertenece a una frase de la canción ‘Campesino que amaneces’ de Albita Rodríguez en producción titulada: ‘Habrá música guajira’ (CD-Rom). Cuba. Por otro lado, nos interesa dejar claro que por revolución asumimos, la acepción de insurgir y transformar el orden hegemónico.

2) Para mayores detalles, ver Declaración contra la incorporación de los suelos y biochar en el mercado de carbono en Salva la Selva (2009).

3) La declaración final de esa cumbre fue aprobada por 183 países sin el apoyo de Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia. La delegación argentina afirmó que la declaración ignora la responsabilidad de las políticas agrícolas distorsionadas aplicadas en los últimos 60 años en los países desarrollados. Venezuela lamentó que el texto final caracterice el problema del hambre como una crisis coyuntural y no como un problema estructural relacionado con el sistema capitalista y su modo de producción y consumo. Los delegados cubanos dijeron que la declaración es el resultado de la falta de voluntad política de los países del Norte para promover una solución justa y duradera a la crisis. Los otros países también siguieron la misma línea de críticas (Adital, 2008).



Campesina y campesino que amanecen haciendo revolución ( 3.- )


Agricultura campesina: economía de insurgencia





En el marco del mes donde se celebra el día internacional de la lucha campesina por la tierra (17 abril), y el día de la Tierra -que son todos los días- (22 abril), presentamos la tercera entrega (2), donde se trata de conceptualizar la agricultura campesina como un referencial socioeconómico cultural, insurgente contra el modelo desarrollista, consumista. Nos queda pendiente, la cuarta y quinta entrega, referidas al cuestionamiento político de este ensayo, y la agricultura campesina y naturaleza, respectivamente.


La compresión es la antesala de cualquier acción de transformación liberadora. En se sentido, este escrito trata de introducir una línea de pensamiento sobre la agricultura campesina (AC), que la reafirme y potencie pero sobre todo que la distinga como uno de los referenciales socioeconómicos culturales, insurgentes contra el capital (3).


Planteamiento medular para evitar su desintegración por el mercado con nuestra complicidad. Y ardua su concreción en un mundo donde las economías se encuentran estrechamente interconectadas. Para este propósito, nos ayudamos con los aportes del enfoque antropológico denominado “economía cultural” o “etnoeconomía”, del cual nos reconocemos aspirantes (4).


Nos adherimos entonces al planteamiento de Bird-David (1997), de “que si se trata de estudiar las economías no capitalistas, hay que desarrollar una teoría alternativa en términos apropiados, una teoría que se desprenda de la dimensión calculadora y lógica injertada en lo económico en la sociedad capitalista”.


Para ello, se realizó una descripción e interpretación de la forma de organización y de los criterios de valor de la agricultura campesina desde la cosmovisión de sus protagonistas. Visualicémonos con un ejemplo: Samir (2008) en su estudio sobre la agricultura familiar como ‘agriculturas capitalistas o agriculturas en el capitalismo’, señala que constituyen un segmento indisociable de la economía capitalista, a la cual se integran completamente en los niveles de la realidad social (producción total para el mercado, propiedad de los medios de producción, equipamiento y rentabilidad).


Aunque, “no son más que un subcontratista atrapado en las pinzas que forman por arriba el agronegocio, la industria, las finanzas, y por abajo la comercialización” (Ibíd., pág. 14). Manifiesta, que se podrían considerar ‘no capitalistas’ si se toma en cuenta la no división del trabajo; una renta que no corresponden con el capital invertido ni los salarios con los de los obreros industriales (de allí las subvenciones), la no destrucción de potencial ecológico y que los pocos asalariados no son explotados (Ibíd., pág. 13).


Samir realiza este abordaje en términos del modelo del desarrollismo productivista-industrial: productividad (producción por trabajador/año); eficacia como criterio de la adecuación de superficie, equipamiento y mecanización; capacidad de absorber innovaciones; flexibilidad de adaptación ante la demanda; la modernidad como sinónimo de mecanización, incluso menciona las “poco y muy modernizadas”. Enfatiza que la baja productividad de la ‘agricultura campesina’ comparada con las agriculturas ‘familiares capitalistas’, radica en que no están equipadas con tractores y otros materiales, a menudo poseedora de pequeñas parcelas cultivables. Debilidad que se traduce en la pobreza del mundo rural (tres cuartas partes de las víctimas de la subalimentación son rurales), y en la incapacidad creciente de estos sistemas para garantizar el suministro alimenticio de las ciudades (5) (Ibíd., pág. 15).


Samir, deja de lado en su análisis, precisamente lo que denominamos ‘la insurgencia de la agricultura campesina’ frente al capital: el auto aprovisionamiento, la no dependencia, el intercambio- redistribución-reciprocidad, la eficiencia biológica y energética, el cuidado de la naturaleza. Cuando comparó la agricultura campesina con la de la institucionalidad capitalista –como la única posible- (etnocentrismo), no sólo limitó la comprensión de esa otra economía, sino que perdió los rasgos que la identifican como una cultura económica diferente a la hegemónica, conduciéndolo a descalificarla como no moderna (6).


Lo anterior, nos lleva a precisar que en este trabajo nos estamos refiriendo a la agricultura que otrora caracterizara Chayanov como la “unidad doméstica campesina” (7), o más bien utilicemos la denominación que le diera Rosa Luxemburgo (s.f.): “economía natural (8)”.


La entendemos, como un mundo materializable, como una economía existente que sobrevive y confronta las leyes de mercado desde sus particularidades (ver ejemplo en Polanco-Loaiza, 2008) (9).


Desde esa perspectiva decimos que la agricultura campesina confronta al capital cada vez que intercambia su semilla local, la conservan y la mejoran con prácticas autóctonas, cuando intercambia sus insumos biológicos, y servicios colectivos, cuando se organizan colectivamente y se apropian del proceso de producción, comercialización, distribución equitativa, y consumen y procesan lo local; cuando adoptan policultivos y sistemas asociativos, orgánicos, heterogéneos, cuando comparten en colectivo y cuidadosamente ‘los bienes comunes’ (tierra, agua, aire, semillas, otro).


De esta manera, protege la naturaleza, diversidad, semillas, agua, alimentos y su procesamiento, y respeta los complejos y holísticos ciclos de los ecosistemas. Rescata y protege los conocimientos ancestrales (cultura, etnobotánica, transformación, gastronomía, otros). Lo confronta cuando sus valores, significados y creencias, no obedecen a agentes racionales que persiguen racionalmente solo sus intereses (10).


Queda claro entonces, que en este trabajo nos referimos a aquellos campesinos y campesinas “que amanecen haciendo revolución”.


Para apoyar esta agricultura, requerimos un nuevo pensamiento que conduzca a una nueva ciencia, una nueva academia, una nueva institucionalidad, al servicio de la vida y no de los intereses dominantes. Referenciales al respecto, los podemos encontrar con el movimiento internacional ‘Vía Campesina’ (
www.viacampesina.org), y con ‘La Red Campesina Navdanya’ en India (www.navdanya.org).


Insistimos en la idea de darnos cuenta de que estos mundos existen, en comprenderlos y asumirlos desde su racionalidad-accionar en el marco de sus propias teorías. Consideramos, que sin este nuevo conocimiento, corremos el riesgo de que la dinámica hegemónica la destruya, antes de lograr la sustitución del modelo hegemónico por el de un ‘buen vivir’.


Una muestra feroz son los programas para la industrialización de la agricultura como los de la FAO, quienes mediante la ‘Iniciativa sobre el Aumento de los Precios de los Alimentos’ (IAPA), apoya las agriculturas familiares de más de 20 países de América Latina y el Caribe, con el objeto de aumentar su producción mediante un mayor acceso a insumos tales como semillas y fertilizantes. Buscan quebrar su autonomía, y lo consiguen con la complicidad de la institucionalidad nacional:


“El alza en los precios no es incentivo suficiente para que los pequeños agricultores incrementen su producción, ya que ellos no tienen acceso a los insumos agrícolas necesarios para hacerlo. Para que produzcan más, es esencial facilitarles el acceso a los insumos modernos y proveerles crédito”. Uno de los proyectos sub-regionales, consiste en “aumentar los rendimientos y la producción de los cultivos de granos básicos en América Central hasta en un 60 % al cabo de tres años, a través de la oferta de semillas mejoradas a la agricultura familiar campesina en la región” (FAO, 2008) (se subraya el pretexto, la estrategia de erradicación, y la acción concreta).


Con el mismo proceder, han arremetido en el comercio climático con el ‘el rescate’ de la agricultura después de cada desastre (ver PNUMA, 2007: 181-200). Una estrategia diferente, son las “nuevas oportunidades para el desarrollo de la agricultura familiar a partir de la provisión de servicios ambientales” (11), donde la mercantilización de la naturaleza no tiene paragón, y los que pagan continúan con el mismo modo de producción depredador, so pretexto de conservacionistas.


No queremos menospreciar las valiosas experiencias en este sentido pero se objeta el continuismo del modelo hegemónico. La invitación es repensar los principios proclamados en Bali 2002 sobre Justicia ambiental, y buscar cumplirlos fuera la organicidad-estructura marcada por el simbolismo económico del capital.


A lo anterior, le debemos agregar la venta y/o transferencia barata, comodato o arrendamiento de hasta 90 años de grandes superficies de tierra fértil por parte de los gobiernos nacionales al ‘agroimperialismo’ (China, Japón, países árabes, USA, Europa) (12), para la producción de alimentos y agro combustibles (desiertos verdes: soja, eucalipto, palma, otro). Lo que devendrá en desplazamientos masivos y destrucción de las formas de organización social de la producción, explotación, pauperización e inseguridad alimentaria. Petras (2008), señala que después de esta etapa, viene la toma de control de los insumos y servicios de las cadenas agrícolas y su monopolio.


Para los que todavía tengan duda sobre la planificación del capital para la mercantilización del agro, puede revisar el último informe del Banco Mundial: Agricultura para el desarrollo 2008, en especial la parte II, una oda al neoliberalismo: ¿Qué puede hacer la agricultura a favor del desarrollo? (BM, 2008).


Mientras, leemos sin sorpresas la declaración final del G8 y los invitados especiales (G5: Brasil, China, India, México y África del Sur, así como Argentina, Australia y Egipto), del primer encuentro sobre agricultura, realizado entre el 18 y el 21 de abril de 2009, Treviso, Italia, la cual podríamos sintetizar como sigue: ante el hambre, el desastre climático y financiero, estimularemos inversiones en la agricultura en el ‘interés de toda la comunidad internacional’. La productividad agrícola, calidad, y ‘la competitividad’ de las ‘empresas agrícolas’, se asumirán como estrategias en las políticas económicas y de desarrollo (13).


"Hasta ahora, el enemigo no ha cesado de vencer" (Walter Benjamín. 1892-1940).


En próxima entrega, disertaremos sobre la agricultura y el alimento como arma sociopolítica económica. Estrategia de ayer y hoy.


Delia Polanco-Loaiza. Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (Fagro- UCV).


Correo: polanco.delia@yahoo.es


NOTAS

1) El título pertenece a una frase de la canción ‘Campesino que amaneces’ de Albita Rodríguez en producción titulada: ‘Habrá música guajira’ (CD-Rom). Cuba. Por otro lado, nos interesa dejar claro que por revolución asumimos, la acepción de insurgir y transformar el orden hegemónico.


2) La primera entrega, titulada ‘Campesinos, cambio climático y FAO’, la puede ubicar en:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84013, y la segunda, “Agricultura familiar un buen negocio” en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84143


3) Lander (2006:51), plantea que la actividad agrícola representa la principal frontera para la expansión de la lógica mercantil mundial, dado que –según establece la FAO-, aproximadamente el 60% de la tierra agrícola del planeta es cultivada por campesinos tradicionales o de subsistencia, mayoritariamente mujeres, los cuales asumen la actividad como un modo de vida, y no como una actividad económica dirigida a la producción de mercancías.


4) Bird-David (1997), señala que “El enfoque versa sobre la producción de un tipo específico de etnografía económica, una etnografía que conserve el sentido cultural del pensamiento, acciones e instituciones de los pueblos (…) Batista (s.f.), menciona que los seres humanos “viven en mundos ordenados y organizados simbólicamente. No hay “economía”, sino “economías” que varían espacial y temporalmente. Podría afirmarse, en otras palabras, que la economía es social o culturalmente construida”. Por tanto, no hay una realidad universal de economía.


5) La FAO (2007), ha reconocido que las agriculturas locales y ecológicas podrían alimentar a la humanidad. Y en ese sentido, nos preguntamos ¿por qué esos sistemas ‘tienen’ que suplir alimento a la ciudad? La ‘naturalización’ de las cosas. La propuesta es romper con la expropiación y desigual distribución del trabajo y la riqueza, de la cual, la dicotomía campo – ciudad, es una de sus máximas expresiones. Tal reflexión nos quedará pendiente para otro estudio.


6) Con los conceptos se trata de comprender las experiencias o eventos que emergen de la interacción con nuestro entorno. De allí deviene su importancia e implicaciones. Cualquier interpretación esta sujeta a la conceptualización bajo la cual se realice, y sus implicaciones se evidenciaran en los quehaceres.


7) Chayanov (1974), ubica como resultantes de la dinámica económica en la AC, la “unidad doméstica campesina” y la “explotación campesina mercantil”. La primera, cultiva la tierra que le proporciona el auto aprovisionamiento a la familia acorde con su fuerza de trabajo, mientras que en la campesina mercantil, existe una desproporción entre la superficie cultivada y la fuerza de trabajo, que requiere contratación foránea u ofertar sus fuerzas de trabajo. El destino del producto puede ser para el autoconsumo o para la venta. Algunos autores como Caval (1988: 248), consideran estas formas de AC como “contradicciones conceptuales” en Chayanov.


8) Rosa Luxemburgo (1951: 234), definió la economía, como una relación simple entre lo que se necesita y la proporción requerida, mediado por el proceso productivo. No obstante, enfatizó que la ‘economía como ciencia’ nació por y para el modo capitalista de producción, y que desaparecería con el derrumbamiento de éste, y la instauración de un nuevo orden económico dirigido por las ‘fuerzas laborales de la humanidad’ (Ibíd., pág. 249). Nosotros consideramos que su defendida ‘economía natural’, la productora de alimentos, ropa, madera, herramienta, es decir, la que produce riqueza, y riqueza para todos, será subsumida por el capital sino le rescatamos.


9) Venezuela liderizó en la década de los 80, el primer trabajo para el estudio de los sistemas de producción agrícola, que fue aceptado por la Comunidad Andina de Naciones. Allí, propuso una clasificación para la agricultura campesina, utilizando como criterio la oferta de la fuerza de trabajo (FONIAP - PADRURAL, 1988:77-78). Actualmente, el Ministerio de Agricultura y Tierras está por publicar el Censo Agrícola Nacional, que probablemente nos arrojará información sobre las economías de la agricultura campesina existentes en el país.


10) Joaquín Miras, filósofo marxista, señala que “Son esas culturas de vida, moralmente fundamentadas en las ideas de igualdad, libertad, democracia, las que elaboran desde sus axiologías de valor vividas e intelectualmente defendidas, y dan sentido a las ideas de alternativa global comunitaria, democrática” (Galiza Libre, 2009).


11) Los cuatro servicios ambientales que más se destacan, son: secuestro y almacenamiento de carbono; protección a la biodiversidad, y protección de cuencas hidrográficas, y belleza de paisaje.


12) Denominación de Petras (2008). Ramonet (2009) lo señala como el ‘neocolonialismo agrario’. Un listado de los acaparadores mundiales de tierras, lo pueden encontrar en:
www.grain.org/m/?id=213.


13) Puede bajar la declaración completa en la página de dicha reunión:
http://www.g8agricultureministersmeeting.mipaaf.com/en/index.php?pL1=news&newsId=8895ca36c193f25a5c2a63beb291a259


Referencias bibliográficas


BM. (2008). Agricultura para el desarrollo. Informe sobre el desarrollo mundial 2008. Coedición del Banco Mundial, Mundi-Prensa y Mayol Ediciones, S.A. Washington, D.C. 322 pp.


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http://www.ucm.es/info/ec/jec9/pdf/A09%20-%20Batista%20Medina,%20Jos%E9%20Antonio.pdf


Bird-David N. (1997). Las economías: una perspectiva económica cultural. Revista Internacional de Ciencias Sociales, 154 (diciembre). Disponible en:
http://www.unesco.org/issj/rics154/birdspa.html#bdart


Calva JL. (1988). Los campesinos y su devenir en las economías de mercado. Editorial Siglo XXI.- 664 pp


Chayanov AV. (1974). La organización de la unidad económica campesina. Traduccion de Rosa Maria Russovich. Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina


FAO (2007). Informe de la conferencia internacional sobre agricultura orgánica y seguridad alimentaria, [en línea].. FAO-Comité de Seguridad Alimentaria Mundial. Roma, 3-5 de mayo 2007. Disponible en:
http://lista-dglocal.blogspot.com/2007/06/fao-comite-de-seguridad-alimentaria.html


FAO (2008). Iniciativa de la FAO sobre el Aumento de los Precios de los Alimentos (IAPA), ante las crisis, FAO apoya el estimulo a la producción de la agricultura familiar, [en línea]. FAO. Chile. 01.12.08. Disponible en:
http://saludambiental.bvsp.org.bo/cgi/sys/s2a.xic?DB=B&S2=2&S11=14766&S22=b


Galiza Libre (2009). Las formas de vida como praxis política. A propósito del campesinado y del industrialismo desarrollista, [en línea].


Entrevista a Joaquín Miras. Revista digital española ‘Rebelión’. 25-04-09. Sección Opinión.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84343


FONAIAP - PADRURAL (1988). Metodología para el estudio de los sistemas de producción agrícola con fines de desarrollo rural. Venezuela. Junta Acuerdo de Cartagena, Programa Andino de Desarrollo tecnológico para el medio rural (PADRURAL). Venezuela.


Lander E. (2006). La ciencia neoliberal, [en línea]. En libro: Los desafíos de las emancipaciones en un contexto militarizado. Cedeña, Ana Esther (comp.) CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina. Julio de 2006. p.p. 45-94. Disponible en:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/cece/Edgardo%20Lander.pdf



Luxemburgo R. (1951). Qué es la economía, [en línea]. Obras escogidas 7 de 17. Manuscrito original publicado en 1951 por el gobierno de la Alemania Oriental. Disponible en:
http://www.marxists.org/espanol/luxem/07Queeslaeconomia_0.pdf


Petras J. (2008). El gran regalo de tierras: neocolonialismo por invitación, [en línea]. Revista digital española ‘Rebelión’. Sección Mundo. 19-12-08. Disponible en:
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Polanco-Loaiza D. (2008). Cadenas Agrícolas, [en línea]. Portal digital venezolano “Aporrea”. 24-04-2008. Disponible en:
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Ramonet I. (2009). Neocolonialismo agrario, [en línea]. 2-04-09. Le Monde Diplomatique en español. Disponible en:
http://farmlandgrab.blogspot.com/search/label/%5BEspañol%5D


Samir A. (2008). Transiciones y alternativas al debate. América Latina en Movimiento. Agencia Latinoamericana de Información (ALAI).. Año XXXII, Época II. Nº 436. Septiembre 2008. Págs. 12-16

Campesina y campesino que amanecen haciendo revolución ( 4.- )


Agricultura, sometimiento y explotación






Con este trabajo terminamos la serie de artículos (2) que se inició en abril en el marco del día internacional de la lucha campesina por la tierra (17 abril), y el día de la Tierra -que son todos los días- (22 abril). El tema V de esta serie sobre “agricultura y naturaleza”, se abarcó en el ensayo publicado en esta misma revista, sección libros libres, bajo el título: “Desarrollo humano y naturaleza. Caso Venezuela” (http://www.rebelion.org/docs/84288.pdf).


A esta altura del ensayo es necesario precisar que la agricultura es mucho más que la mera racionalidad instrumental (gente-prácticas para la producción), ya que abarca relacionamientos gente-gente (económicos, socio políticos, culturales, espirituales); gente-naturaleza, gente-cosmos. Por ejemplo, la agricultura fue clave en la acumulación originaria del capital que terminaría estableciendo un determinado modelo de sociedad. Fue una de las primeras armas de sometimiento-dominación del invasor: encomiendas, repartimiento, ‘pueblos de indios’ que formó parte de una producción que arrojó riquezas para los propietarios de la fuerza de trabajo y de la tierra. De allí surgen los grandes tenedores de tierra que se convierten en el centro de la sociedad invasora que se nombra por lo general como ‘colonizadora’.


El período independentista no rompe el poder de los terratenientes, al contrario lo ratifica y fortalece. La ‘república independiente’ mantiene la agricultura como base de la explotación, y el trabajo calificado como esclavo de y para la tierra llega, como mínimo, a la sexta década del siglo XIX. La posesión y dominio territorial llena aún las últimas décadas del siglo XIX y parte del XX. Y a lo largo del ciclo, esa posesión territorial y la producción agrícola sirvieron para mantener el sistema de dominación vigente.


Entre algunos ejemplos de política agrícola para el sometimiento y dominación, se pueden mencionar:


1) La política del hambre, miseria y desesperación, móvil para el derrocamiento de monarquía francesa y triunfo de la revolución en 1789.


2) En Venezuela desde los conflictos del siglo XIX, donde los alimentos y ganado fueron utilizados como armas de guerra, hasta la actualidad. Recientemente, el sabotaje petrolero diciembre 2002 y primer trimestre 2003, donde se sometió a la población a un fuerte desabastecimiento de alimentos bajo el control de los monopolios.


3) Durante el embargo petrolero de los años 70, Bill Clinton expresó en el Senado USA, 1972: “La agricultura es una potente arma contra los países petrolero”. Mientras que el ‘premio Nobel de la paz’ Henry Kissinger en 1973, sentenció: "Controla el petróleo y controlarás las naciones; controla los alimentos y controlarás a los pueblos”.


4) El primer trimestre del año 2009 se inicia con las revueltas sociales por ‘hambre’ en las islas de Guadalupe y Martinica, las cuales se añaden a las del 2008 en aproximadamente 70 países (México, Haití, Birmania, Marruecos, Filipinas, Indonesia, Bangladesh, Malasia, y casi toda África Occidental).


Este papel de trabajo, cuya pretensión fue detectar elementos para socavar la estructura de dependencia y dominación, tuvo el énfasis en esas relaciones político socio económicas del agro. Ante esa perspectiva, consideramos que en el contexto de desastre climático, expoliación de la naturaleza, hambre, desnutrición, obesidad, entre otros, la forma de vida campesina caracterizada en este estudio se inscribe en una ecología emancipadora (exenta de la ecología de mercado), equivalente a una socio economía de resistencia al modelo hegemónico (3).


Por tanto, asumimos la defensa de ese quehacer agrícola pero a partir de la existente, con su gente y su praxis que enfrente los embates del capital. Difícil exigencia cuando el modo de vida dominante, te impone precisamente lo contario. Allí está el desafío.


En ese sentido alertamos:


1) La pretendida inserción de la agricultura campesina en la ‘economía nacional e internacional’, no es más que la necesidad de la clase explotadora que usufructúa la riqueza y requiere de los explotados, excluidos y dominados (4) para mantener sus privilegios y espacios. Es un mandato desde la estructura de poder, ya que el modelo hegemónico se sustenta sobre éstos: deben ser aniquiladas por y para el progreso (5);


2) El alimento continuará siendo arma política para el dominio y sometimiento de los pueblos, mientras sea considerado una mercancía donde prevalezca el valor de cambio sobre el valor de uso, y mientras la cadena agrícola se mantenga petróleo dependiente;


3) Urge una cultura de la alimentación labrada con nuestras propias fuerzas e iniciativas, donde desde los insumos y servicios hasta el consumo, incluyendo la gastronomía, sea sobre la base de los alimentos tropicales, autóctonos, y desarrollemos su transformación conservación y almacenamiento.



De tal manera que, “necesitamos urgentemente discutir las estrategias de resistencia. Necesitamos centrarnos en blancos reales, librar batallas reales e infligir daño real”, como nos invitara Arundhati Roy en su discurso inaugural del Foro Social Mundial, Mumbai, Bombay, Enero 16-21, 2004.


La alternativa es insurgir con una propuesta por y para la vida, que promueva la movilización colectiva, garante no sólo de una distribución equitativa de los ‘bienes comunes’, sino de crear y recrear el control social de los medios de producción, y potenciar las formas existentes de vida basadas en la propiedad individual de la parcela pero con trabajo y usos colectivos de los bienes comunes, tal cual exhibe la cultura campesina, y que no representan ninguna acumulación primaria de capital ni explota a nadie.


Ello, en contraposición de plegamos a los lineamientos mercantilistas y de rentabilidad del hombre económico, fortaleciendo al capital frente a sus explotados.


Debemos ser cuidadosos de no insertar la agricultura campesina de manera competitiva en lo mercados, sometiendo su funcionamiento a la ley del valor de las fuerzas productivas, tal cual presenta Samir (2008) en su artículo sobre las ‘agriculturas familiares capitalistas’. Ello, equivaldría a destruir el penúltimo bastión de la resistencia en el agro frente al capital, quedándonos sólo con el mundo aborigen. Nos quedaríamos sin “la reserva del futuro” –en palabras de Hernández Navarro (2008) (6).


Delia Polanco-Loaiza. Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (Fagro- UCV). Correo: polanco.delia@yahoo.es


AGRADECIMIENTOS



A las comunidades campesinas -motivación y fuente de estos textos- por mostrarme que existe otro mundo donde nos tropezamos el amor, respeto y solidaridad por todas partes. A Edgardo Lander y Agustín Blanco Muñoz de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Central de Venezuela, por enriquecer el escrito a través de sus seminarios en el postgrado de Ciencias Sociales.


NOTAS



(1) El título pertenece a una frase de la canción ‘Campesino que amaneces’ de Albita Rodríguez en producción titulada: ‘Habrá música guajira’ (CD-Rom). Cuba. Por otro lado, nos interesa dejar claro que por revolución asumimos, la acepción de insurgir y transformar el orden hegemónico.


(2) La primera entrega, titulada ‘Campesinos, cambio climático y FAO’, la puede ubicar en:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84013; la segunda, “Agricultura familiar un buen negocio” en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84143, y la tercera en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84477


(3) Una defensa del campesinado como cultura, se encuentra en la ineludible lectura de Teodor Shanin. (1983). La clase incómoda. Editorial Alianza. Madrid, España.


(4) Según el BM (2008: 2) casi media humanidad son campesinos (3000 millones).


(5) Hay un sentido en el que el progreso económico acelerado es imposible sin ajustes dolorosos. Las filosofías ancestrales deben ser erradicadas; las viejas instituciones sociales tienen que desintegrarse; los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes masas de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver frustradas sus expectativas de una vida cómoda. Muy pocas comunidades están dispuestas a pagar el precio económico (ONU-Departament of Social and Economic Affairs, 1951). Según Joaquín Miras filósofo marxista, “en el desarrollismo la política es un instrumento al servicio del desarrollo de las fuerzas productivas, que es la finalidad, y, en el futuro, garantizan el “radiante porvenir” (…) [este modelo desarrollista] se convertía en legitimador de la acción destructiva de las culturas y mundos campesinos desarrollada por el capital en las sociedades capitalistas o por los mismos revolucionarios en el poder en las nuevas sociedades nacientes. El modelo industrialista desarrollista, que entiende la civilización y el progreso solo en función de eso, es en realidad el modelo positivista trasuntado al lenguaje de izquierdas (Galiza Libre, 2009).


(6) Sobre todo en Venezuela que importa entre el 70-80% de sus alimentos, con una población del agro, según el INE (2009) de 3.339.999 personas (12%) para el 2008, sobre una población total de 27.934.783 millones habitantes, en el contexto de un planeta que según la WWF et al., (2008: 2), ha excedido en un 30% su biocapacidad. ¿Habrá proponentes para una alternativa agrícola contra hegemónica? Reformulemos la pregunta, y situémonos en el país conquistado por el petróleo, ¿habrá condiciones objetivas y subjetivas donde emerja dicha propuesta?



Referencias bibliográficas



BM. (2008). Agricultura para el desarrollo. Informe sobre el desarrollo mundial 2008. Coedición del Banco Mundial, Mundi-Prensa y Mayol Ediciones, S.A. Washington, D.C. 322 pp.


Hernández Navarro L (2008). Vía Campesina: reserva de futuro, [en línea]. Revista digital ‘La Jornada’. 28 de octubre 2008. Disponible en:
http://www..jornada.unam.mx/2008/10/28/index.php?section=opinion&article=021a1pol


Galiza Libre (2009). Las formas de vida como praxis política. A propósito del campesinado y del industrialismo desarrollista, [en línea]. Entrevista a Joaquín Miras. Revista digital española ‘Rebelión’. 25-04-09. Sección Opinión.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84343


Samir A. (2008). Transiciones y alternativas al debate. América Latina en Movimiento. Agencia Latinoamericana de Información (ALAI). Año XXXII, Época II. Nº 436. Septiembre 2008. Págs. 12-16