viernes, 23 de octubre de 2009

James Petras, Marta Harnecker y la Revolución en Venezuela





James Petras, Marta Harnecker y la Revolución en Venezuela







"Luego de diez años de revolución los datos oficiales revelan que, lejos de disminuir, el peso del sector privado en el PIB más bien ha aumentado. Su participación sigue siendo mayoritaria y, por lo tanto, define la naturaleza capitalista del actual modelo productivo"

Víctor Álvarez [1]

Los movimientos que pujan en América Latina por darle a sus pueblos una posibilidad de vida distinta a las que nos ofrece el modelo capitalista impuesto por los Estados Unidos, tienen definitivamente muchos y buenos aliados, que desde sus perspectivas y preocupaciones intelectuales, permiten ofrecernos: una mirada crítica de los acontecimientos, un esfuerzo intelectual y de trabajo para construir espacio de poder popular y en último término, garantizan un trabajo de investigación para detectar los planes desestabilizadores que los Estados Unidos arman para esta región con el concursos de cipayos tarifados.


Si existe la necesidad de inventariar estos importantes aliados, los nombres de Marta Harnecker, Eva Golinger y James Petras no deben quedar fuera de esa larga lista. Para ser muy sincero, estas tres figuras amigas de los movimientos que tratan de despertar a toda la América latina deberían ocupar los tres primeros lugares de la lista. Cada uno en su particular espacio, pero con una conexión, que aunque no se la hayan planteado, salta a la vista. Marta Harnecker empujando la construcción de un poder popular en Venezuela; Eva Golinger revisando archivos y documentos para develar planes desestabilizadores y James Petras observando la evolución y desarrollo de los gobiernos para advertirnos de sus consistencias e inconsistencias.


James Petras coloca a la disposición de los lectores un análisis que debe ser leído con atención y su lectura no deja de explicarnos y justificar además, las razones de las andanzas de Marta Harnecker por Venezuela en el importante y estratégico esfuerzo intelectual y práctico para darle forma, contenido y sentido al poder popular. El análisis que ahora nos ofrece James Petras (Disponible: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=93610 ) reafirma con perfecta claridad que los riesgos a los cuales están sometidos los gobiernos (por ahora de centro-izquierda) en América Latina serán superable con la existencia y consolidación de un Poder Popular con PODER.


La lectura de este nuevo análisis que nos ofrece James Petras con el tituló: “El Socialismo del Siglo XXI en su Contexto Histórico”, nos coloca frente a las fortalezas de estos gobiernos de centro-izquierda y de sus debilidades. Esta calificación de gobierno de centro-izquierda que a primera vista parece ser una calificación cuestionable, está plenamente razonada en este análisis y es posible resumir en los siguientes términos: Hay importantes cambios en estos gobiernos, pero no son los necesarios para ubicarnos en un momento de transición que apunte a lo que se ha denominado socialismo del siglo XXI, a menos que ese socialismo del siglo XXI tome distancia del socialismo real, pero tengan la pretensión de acercarnos a las experiencias socialdemócratas europeas del siglo XX y a los denominados populismos de América Latina que en su corto trayecto asumieron posiciones y conductas más radicales.


En el caso específico de Venezuela, que en la opinión de James Petras es el gobierno de centro-izquierda más radical, hay situaciones que pueden ser calificadas como una inconsistencia del proceso, pero con una explicación que no siendo muy contundente, justifica de alguna manera el cambio de un imperialismo por otro. En el discurso y en los hechos, el proyecto bolivariano ha tomado distancia de los EE.UU. en cuanto a la disminución de las inversiones por parte de trasnacionales en sectores claves de la economía, pero esta política ha planteado alianzas con un sistema de propiedad pública-privada con países que igualmente fijan lazos de dependencia. Se está consciente, que estas alianzas son un respaldo político internacional frente a las presiones y posibles intervenciones de los EE.UU. Es como tener un “hermanito” mayor que nos ofrecerá protección frente a una posible agresión.


En lo que respecta a Venezuela, los planteamientos de J. Petras no deben calificarse como un nuevo descubrimiento. Hace aproximadamente cuatro meses, Víctor Álvarez, ex ministro de Industria Básica y Minería del Gobierno destacó que la revolución venezolana estaba favoreciendo al capital y no a los trabajadores, como uno supone debe ser en un socialismo del siglo XXI. Petras nos advierte que “no se ha reducido la gran concentración de la riqueza ni los ingresos de las clase altas”, que no dejan de prestar su concurso económico y político para salir de Chávez.


El socialismo del siglo XXI en atención al análisis de Petras esta totalmente endeudado con el socialismo del siglo XX. En el antiguo socialismo se logró un mejor impacto social (redistribución de la tierra, quiebre a la clase terrateniente, reducción de las desigualdades) que los obtenidos (con mayor tiempo) por los gobiernos actuales, definidos como de izquierda.


En resumen, J. Petras hace muchas advertencias y anotaciones para indicarnos que los cambios no son muy parecido al “deber ser” del socialismo del siglo XXI. Se percibe que hay gobiernos de centro-izquierda con buenas intenciones e iniciativas populares, pero que no toman distancia del capitalismo. Sin embargo, la advertencia a la que hay que colocarle mayor atención, es a la del “patrón cíclico constante y alterno”, que Petras ubica como los “quiebres” de los gobiernos populares con las intervenciones de los EE.UU.


Los Estados Unidos de ahora no es la misma potencia de los años 60 y 70, pero con esa “flaqueza”, ahí están los proyectos de 7 bases en Colombia, dos en Panamá, la que ya existen en centro América y si hay alguna duda sobre la capacidad y poder de esa “flaqueza”, pensemos en Honduras.


El análisis de James Petras nos sugiere una reflexión con tres o cuatros preguntas claves: ¿Es posible el socialismo en América? ¿Hay socialismo en América? ¿El poco avance en estos gobiernos es por no tener suficiente PODER? ¿Cuál sería el punto a desarrollar para hacer posible el socialismo del siglo XXI, que no sea igual al socialismo del siglo XX?


Se intenta ofrecer una respuesta a la última interrogante. EL socialismo del siglo XXI contó con un partido fuerte. Es necesario y lógico por supuesto, contar con un partido fuerte, pero eso nos coloca con una clave del socialismo del siglo XX y no nos asegura mucho un desarrollo de los proyectos políticos actuales.


En Venezuela el esfuerzo se consume fundamentalmente en construir un “partido” fuerte y llevamos varios intentos fallidos, sin embargo, esa energía no se utiliza igual para construir un Poder Popular con PODER. Ahí estuvo una debilidad del socialismo del siglo XX y también pudiera estar una fortaleza del socialismo del siglo XXI, con una clave para evitar lo que Petras denomina “Patrón cíclico constante y alterno”.


Ahí precisamente está el puente entre los análisis de James Petras y los esfuerzos intelectuales y prácticos de Marta Harnecker por darle forma, contenido y sentido al Poder Popular y por ese poder, Marta Harnecker entiende la posibilidad de garantizarles a las comunidades a través de sus organizaciones, la capacidad de tomar decisiones.


El apoyo y contribución de estos importantes aliados está claro, queda esperar porque el Congreso del PSUV, decida discutir fuertemente el tema del Poder Popular con PODER y le de definitivamente forma a un partido revolucionario.


evaristomarcano@cantv.net

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[1] Este trabajo de Víctor Álvarez puede verse en: www.aporrea.org/actualidad/n136931.html


Paraguay - Planificada construcción de la desestabilización





Paraguay


Planificada construcción de la desestabilización





Quién se asome a la situación paraguaya y mire aunque más no sea a “vuelo de pájaro” sus cifras y realidad en lo económico y social, se percatará que aquí se vive o sobrevive desde hace décadas en forma casi milagrosa. Por supuesto que como siempre en nuestras historias latinoamericanas, en lo que hace referencia mayormente a los sectores populares.

El Paraguay en lo que hace a cifras de Desarrollo Humano según medición de Naciones Unidas, está segundo después de Haití, donde la situación es tan terrible que la gente compra y come “galletas de barro”, y donde después de muchas catástrofes climatológicas, queda solo el 3% de las tierras cultivables. Lo paradójico para que el Paraguay ocupe este segundo lugar después de Haití, es que el mismo tiene superabundancia de tierras cultivables, clima favorable para la producción agrícola, recursos naturales y energéticos imponderables, los recursos humanos son jóvenes y saludables aunque su déficit está en su bajo nivel educativo – profesional – y de oficios.

Se ubica a un 53 % de analfabetos funcionales, que en sus posibilidades restringidas para leer un texto pero no poder interpretarlo, no contribuyen en mucho al desarrollo productivo y cultural que el país requiere. De todas maneras la tradición oral en el intercambio, cubre estos déficits, así me lo relataba un ingeniero de planta industrial argentino, que hablaba el guaraní fluidamente, necesidad devenida de intercambiar con sus operarios de nociones productivas aprendidas en la “práctica cotidiana”.

El problema de la falta de Desarrollo Humano en el Paraguay no deviene de la falta de Recursos Materiales y Humanos, viene de la imposición de un Modelo Productivo Agrícola y Ganadero, que hace que en una nación inmensamente rica por sus recursos, habite una población tremendamente empobrecida.

Existe también un saqueo histórico de bienes y recursos paraguayos que podrían haber servido a su propio desarrollo interno, pero se fueron del país para el desarrollo de dos grandes vecinos como Argentina y Brasil. Los bosques de “maderas ricas” han sido devastados en más del 90 %, para convertidos en enormes rollos cargados en camiones pasar la frontera rumbo al Brasil, o en enormes jangadas rumbo al Río de la Plata.

No menos latrocinio significan los términos de los acuerdos para construir las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá. El caso de Itaipú que es la que funciona hace más tiempo, perteneciendo el 50% de la energía producida a Brasil, y el 50 % a Paraguay, Brasil se lleva el 95 % de lo producido a cambio de unas migajas económicas para el Paraguay, el cual además tiene la prohibición de negociar su propia energía con otros países de la región, Brasil tiene la exclusividad y el monopolio de esta comercialización.

Como si esto fuese poco, en lo que hace a Brasil, el mismo a partir de los años 60, comenzó un proceso de expansión de su “frontera verde” y mediante colonos brasileños que compraban tierras en el Paraguay, realizó un proceso de reforma agraria “en territorio ajeno” que hoy tiene a más de 500.000 personas, entre ciudadanos brasileños y los llamados “brasiguayos” que son los nacidos en Paraguay, pero que integran familias de origen brasileño. No solo hay regiones donde prácticamente se habla en portugués, sino que intendentes que son brasileños. Si esto no es una forma de “neocolonialismo”, no se como llamarlo.

Setenta años de gobiernos y dictadura colorados cimentaron el modelo económico y social

El Paraguay es el cuarto productor y exportador de soja a nivel internacional. Y es también hoy día uno de los importantes productores y exportadores de carne de la región, con un importante desarrollo de la industria láctea y de la industria frigorífica.

Esto hace que la presencia de las transnacionales del agronegocio, de capitales financieros, se establezcan en el territorio nacional para proseguir el saqueo sobre “nuevas formas”. La banca privada extranjera en el 2008, envió al exterior en concepto de ganancias, 200 millones de dólares (lo legalmente declarado). Las empresas de telefonía móvil enviaron 500 millones de dólares al exterior. A eso se le suma la existencia aun en lo comercial de la “triangulación”, el Paraguay importa en apariencia millones de mercaderías subvaluadas que jamás llegan a su mercado interno, o si lo hacen es en forma muy fugaz, para perderse rápidamente allende la frontera. Hace no mucho me enteraba que éramos importadores de 300 millones de prendas chinas ¡!!!

Pese a esta gran movida de capitales y enriquecimiento de los sectores sojeros, del agronegocio exportador, de los ganaderos, de los industriales frigoríficos, de los exportadores e importadores de carne, del capital financiero con la rosca comercial importadora y exportadora, esto tiene una contratara trágica.

El 50 % de la población vive por debajo de la línea de pobreza, y en el medio rural se repite la cifra del 50 % para hablar de desocupación, en el medio urbano esta cifra es del 35 %. En materia de indigencia, en este rico país en materia de producción de alimentos, la cifra es indignante – casi 1.500.000 de habitantes, con todas las secuelas de desnutrición y enfermedades, perfectamente evitables en este país si hubiese voluntad política como para hacerlo.

Pero no, la misma no ha existido, por lo contrario en siete décadas de ejercicio del poder el Partido Colorado no ha hecho otra cosa que “enriquecer” a una oligarquía que se fue conformando de varias vertientes pero con un elevado componente mafioso (narcotraficantes), triangulación comercial con naciones piratas y de dictaduras, “los barones de Itaipú” negociaron los recursos propios del pueblo para su individual enriquecimiento, mediante un perverso proceso de un Instituto de Bienestar Rural cedieron 12 millones de hectáreas a precio de “banana verde” a extranjeros y peores nacionales, en fin un proceso que asentó un modelo económico y social, solamente sustentable para un 5 % de la población que lanza algunas migajas de empleo y bajísimos salarios, a quienes les producen y administran sus riquezas.

Ni en el Estado Paraguayo se paga a los trabajadores el Salario Mínimo Nacional, el 40 % de los trabajadores estatales ganan por debajo del mínimo nacional, el estado comete con sus trabajadores actos de ilegalidad, ni que hablar de los contratos “basura” de los cuales está minada la Administración Pública. Existen más de 400 categorías…mal ejemplo que se extiende a la actividad privada donde las patronales juegan a su antojo con los trabajadores, frente a un escaso grado de organización sindical.

El retorno de los brujos

Frente a este estado de cosas en lo económico y social, con un modelo económico que vuelca la balanza hacia la acumulación de riquezas en manos de las familias anteriormente señaladas y que lo vienen haciendo desde las últimas décadas del siglo XIX, no es nada fácil en el Paraguay llevar a la fosa de la historia al Anciano Régimen.

La Alianza Patriótica para el Cambio (APC) que ganó las elecciones el pasado 20 de abril del 2008 y que asumió la gestión del gobierno a partir del 15 de agosto del mismo año, a un mes de hacerlo ya tuvo que vérselas con una reunión conspiraticia con bastante tufo a “golpe de estado”. Inclusive la misma lleva en su seno a un partido como el Partido Liberal Radical Auténtico, donde existen sectores – como el del mismo vice-presidente Federico Franco – que alientan el juicio político al presidente Fernando Lugo.

No deben extrañar en el PLRA estas actitudes políticas en hombres o grupos que lo componen, ya existen antecedentes de apoyo a la Dictadura de Alfredo Stroessner, y en los últimos tiempos la “unidad libero-oviedista” que es la unidad con las huestes del general Lino César Oviedo, uno de los tantos militares fascistas golpìstas que ha parido la tragedia latinoamericana. A estas intenciones se suman las de un Partido Colorado, que luego de décadas de poder, se lame las heridas de la derrota popular sufrida, en una obligada llanura.

De parte del gobierno la proclamación y la enunciación de un gobierno apuntando a las cambios que hace décadas demandan millones de paraguayos; ha quedado meramente en eso, enunciación y proclamación. Son solo catorce meses “es la defensa argumental, estamos haciendo experiencia en la gestión del Estado” es otra, creo que ninguna es de recibo. Y van apareciendo cuestiones en importantes referentes del gobierno, que son preocupantes, porque se parecen en mucho “a conductas” de los que se fueron (¿?).

La inoperancia, la ineptitud, el nepotismo, el arribismo, la improvisación, la soberbia, el infantilismo político…y algunos niveles de corrupción también concurren a las fragilidades y falta de fortaleza de este gobierno, que entre otras cosas también prometió que comenzaba el verdadero tránsito a la democracia…¿ cuál ?

Si las fuerzas coligadas del Anciano Régimen, se posicionan bajo el instrumento que sea en el gobierno del Paraguay, retrocederemos mucho sin lugar a dudas…

¿ De dónde saldrá el martillo verdugo de esta condena (cadena) ?…se preguntaba el poeta español Miguel Hernández…

Ojalá que el pueblo paraguayo pueda en forma organizada blandir el martillo que avente estos viejos males, sino como decía el poeta paraguayo Roa Bastos…” el infortunio se volverá a enseñorear en el Paraguay”.

* Carlos Amir González es periodista uruguayo radicado en Paraguay.


Heroísmo de las mujeres indígenas




Heroísmo de las mujeres indígenas





El 12 de Octubre de 1492, día que Cristóbal Colón llegó a la pequeña isla del continente americano conocida como Guanahani, (San Salvador, Bahamas) y tomó posesión ilegal de la ínsula en nombre de Dios, de los Reyes de Castilla y de una religión, no ocurrió ningún descubrimiento como se ha pretendido afirmar para ocultar el más grande genocidio en la historia de la humanidad que generó la muerte de 20 millones de indígenas, la desaparición de centenarias civilizaciones, el saqueo de sus riquezas y la destrucción de sus culturas, sino que marcó el punto de partida de la resistencia indígena que pese a ser sofocada a sangre y fuego, habría de culminar tres siglos después con una rebelión que sepultó para siempre al imperio español.

La mayoría de los historiadores han denominado de manera simplista —por no decir equivocada— ese día como el del "Descubrimiento" y designado como la etapa de los "descubrimientos menores" a todas las expediciones que a partir de esa fecha y hasta 1526, realizaron los navegantes y aventureros españoles que invadieron las islas del mar Caribe y de la costa de la tierra firme venezolana; obviando, que esos espacios y otros más al norte y al sur estaban habitados en algunos casos por civilizaciones como la azteca, la inca, la chibcha y otras extinguidas como la maya, tan avanzadas como la del viejo continente.

Hasta ahora, intentan enmendar el error indicando fue "un encuentro de dos culturas" como si se trató de un pacífico acto protocolar ajeno a toda acción destructiva y genocida.

Colón y su ejército de forajidos encontraron también una feroz resistencia de mujeres y hombres indígenas. En tierras venezolanas al norte de Barquisimeto, Ana Soto —indígena convertida luego en cacica por su intrépida bravura, jefa gayón y de los camagos— forma parte de esa legión del heroísmo de las mujeres indígenas, primeras en el suelo en que nacieron en enfrentarse al dominio colonial español. La aguerrida y astuta Orocopay demostró gran valor y resistencia al coloniaje. Las heroicas Apacuana y Urimare, quienes también resistieron con gran valentía la invasión de sus tierras, fueron solo algunas de las indígenas que en tierra venezolana no se rindieron y pagaron con sus vidas revelarse a las pretensiones del imperio español.

Otra de las primeras mujeres que enfrentó a los invasores colonialistas en la isla La Española (hoy Haití) fue la cacica Anacaona, de Jaragua. Luego de un período de conciliación para evitar una masacre de su gente, Anacaona se rebeló, siendo apresada en una celada tendida por los españoles y luego colgada. Primeras en la línea de la resistencia a los españoles en Colombia fueron las cacicas Gaitana, Ague y Ayunga; aunque algunas traicionaron a su pueblo colaborando con los conquistadores, como la Malinche de Hernán Cortés.

Las mujeres indígenas intervinieron masivamente en las luchas por la tierra y en defensa de su etnia. Desde Guacolda hasta Micaela Bastidas estuvieron junto a su pueblo combatiendo a los colonizadores.

Esa otra destacada mujer que fue Micaela Bastidas, compañera de Tupac Amaru, de clara estirpe indígena, combatió en la gran insurrección de 1780. «Toda la vida compleja de la retaguardia indígena estaba a su cargo». Cuando Tupac vaciló en avanzar sobre el Cuzco, después del triunfo de Sangarará sobre los españoles, Micaela incitó a su compañero a marchar rápidamente sobre la antigua capital de los incas: «como doña Micaela no era una persona que se satisfacía con dar consejos únicamente, personalmente asumió el papel de reclutar gente para rodear poco a poco el Cuzco».

Corresponde añadir que esta no fue la única acción netamente militar emprendida por Micaela Bastidas. Toda vez que peligraba la rebelión, o lo creía necesario, acaudillaba huestes indígenas. Además de Micaela, en la rebelión de Tupac Amaru participó activamente Bartolina Sisa, compañera de Julián Apasa. Juntos sitiaron La Paz durante cuatro meses, al frente de más de 40.000 indígenas, poniendo en jaque al Estado colonial.

Lorenza Abimañay, nacida en un hogar indígena de la zona del Chimborazo (Ecuador), siguió el camino de lucha de otras mujeres de su pueblo, como Rosa Señapanta, Margarita Ochoa, Baltazara Chuiza y Margarita Pantoja.

En 1803, Lorenza Abimañay, junto con Jacinta Juárez y Lorenza Peña, encabezó una rebelión de 10.000 indígenas en Guamote y Columbe (Ecuador) en contra de la tributación, al grito de «sublevémonos, recuperemos nuestra tierra y nuestra dignidad». Aplastada la rebelión, Lorenza fue degollada junto con Cecilio Tanday y Valentín Ramírez «para que se perpetúe la memoria del castigo aplicado», según rezaba la sentencia dictada por las autoridades de la Real Audiencia de Quito.

Fuente: http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=5128


La CIA compra una empresa que monitorea blogs, Twitter, YouTube y Amazon




Rebelion. La CIA compra una empresa que monitorea blogs, Twitter, YouTube y Amazon
La CIA compra una empresa que monitorea blogs, Twitter, YouTube y Amazon




En una noticia exclusiva publicada esta semana en la revista WIRED, se reveló que In-Q-Tel, una empresa inversionista de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), acaba de hacer grandes inversiones en un negocio dedicado a monitorear los medios y redes sociales. Esta empresa, Visible Technologies, vigila cada día más de medio millon de sitios en internet, revisando más de un millon de conversaciones, foros y posts en diferentes blogs, foros en línea, Flickr, YouTube, Twitter y Amazon. Los clientes de Visible Technologies reciben información en tiempo real sobre lo que se está diciendo y haciendo en el ciberespacio, basada en una serie de palabras claves.

Según la revista WIRED, esta nueva adquisición de la CIA forma parte de un movimiento mayor dentro de la comunidad de inteligencia para mejorar la capacidad de utilizar “fuentes abiertas de inteligencia” – información que está disponible en el ámbito público, pero muchas veces escondida en programas de televisión, artículos de prensa, blogs, videos en internet y reportajes en miles de emisoras que se generan todos los días.

El vocero de Visible Technologies, Donald Tighe, reveló que la CIA les pidió monitorear a los medios sociales extranjeros e instalar un sistema de “detección temprana” para informar a la agencia de inteligencia sobre “cómo los asuntos de interés se están manifestando a nivel internacional”. Pero también, se utiliza a nivel nacional, dentro de Estados Unidos, para monitorear a los bloggers y tweeters domésticos.

Visible también suministra un servicio similar a empresas de comunicación, como Dell, AT&T, Verizon y Microsoft, para informarles sobre lo que están diciendo en los foros de ciberespacio sobre sus productos.

A finales del año 2008, Visible comenzó una colaboración con la empresa consultora de Washington, Concepts & Strategies (Conceptos y Estrategias), que estaba dedicada a monitorear y traducir medios extranjeros para el Comando Estratégico del Pentágono y el Estado Mayor Conjunto, entre otras agencias estadounidenses. Concepts & Strategies está actualmente reclutando “especialistas en medios sociales” con experiencia en el Departamento de Defensa y fluidéz en árabe, farsi, francés, urdu o ruso. La empresa también está buscando un “ingeniero de seguridad para sistemas informáticas” que ha sido ya otorgado acceso “Top Secret” por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos.

La comunidad de inteligencia ha tenido un gran interés durante muchos años en los medios sociales y las redes sociales en internet. In-Q-Tel ha realizado grandes inversiones en Facebook y otras empresas que reúnen datos e información de millones de usuarios por todo el mundo. La Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Estados Unidos mantiene el Centro de Fuentes Abiertas, que está dedicada a la búsqueda y el monitoreo de información públicamente disponible, pero no siempre encontrada con facilidad.

Hace una semana, el Departamento de Estado patricinó un evento en la Ciudad de México llamado la Cumbre de la Alianza de Movimientos Juveniles, reuniendo jóvenes dirigentes políticos afines a los intereses de Washington con los fundadores y representantes de las nuevas tecnologías como Facebook, Twitter y YouTube. La Alianza buscaba “mejorar la capacidad de los jóvenes políticos para utilizar las nuevas tecnologías para mobilizar sus organizaciones y diseminar información a un público masivo.” Participaron varios dirigentes opositores de Venezuela, como Yon Goicochea y Geraldine Álvarez, conocidos por sus vínculos a las agencias de Washington desde hace unos años. También asistieron, por invitación del Departamento de Estado, los promotores de la marcha “No Más Chávez” que fue convocada en Facebook durante el mes de septiembre 2009.

La unión entre las agencias de Washington, las nuevas tecnologías y los jóvenes dirigentes políticos seleccionados por el Departamento de Estado, era una receta para una nueva estrategia de ''cambiar regímenes''. Además, ese evento reafirmó el apoyo político y financiero al movimiento estudiantil de la oposición en Venezuela por parte de Estados Unidos y colocó ante la opinión pública una evidencia irrefutable de la siniestra alianza entre Washington y las nuevas tecnologías.

Ahora, con la nueva evidencia sobre las últimas inversiones de la CIA que permiten el monitoreo y rastreo de información en Twitter, blogs, YouTube y otros foros en ciberespacio, no hay duda de que el campo de batalla se ha ampliado.

Sin embargo, la comunidad de inteligencia no controla –todavía– todo el contenido y flujo de información en el ámbito cibernético. Y las mismas herramientas que les sirven a ellos para minar data y obtener información sobre sus potenciales adversarios, pueden ser utilizadas por los que luchan contra las intrusiones imperiales como armas para movilizar masas y diseminar verdades sobre sus agresiones.

La CIA nos tiene en la mira, pero nosotros también la estamos vigilando.

Noticias sobre la Alianza de Movimientos Juveniles:

http://telesurtv.net/noticias/opinion/1385/goicochea-y-clinton-planifican-la-revolucion-twitter-en-venezuela/

Reportaje de Wired: http://www.wired.com/dangerroom/2009/10/exclusive-us-spies-buy-stake-in-twitter-blog-monitoring-firm/


http://aporrea.org/tiburon/n144282.html



Evo Morales: ¿Populista o popular?




Evo Morales: ¿Populista o popular?




Iñigo Errejón y Manuel Canelas

Investigador en la Universidad Complutense de Madrid.




Los pasados días 14 y 15 de septiembre, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales Ayma visitó oficialmente el Estado español. Su llegada se produce en un momento clave para el desarrollo del proceso de transformación política en su país, y para las relaciones entre los gobiernos populares y progresistas de América Latina y la Unión Europea, con el Estado español como principal puerta de entrada.

El golpe de estado en Honduras, primero de este siglo, y las crisis de las bases norteamericanas en Colombia son claras señales de que en Latinoamérica pugnan proyectos encontrados de alcance global, configurándola como la región políticamente más rica e innovadora de nuestro tiempo. Bolivia es, a menudo, un referente olvidado en la región, pese a la extraordinaria importancia política y simbólica de su proceso de refundación estatal.

Las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 6 de diciembre encuentran a Evo Morales y al Movimiento al Socialismo (MAS) en óptimas condiciones, las encuestas publicadas hasta hoy le otorgan alrededor del 50%, a casi 40 puntos de su inmediato seguidor.

Sin embargo, en las últimas semanas la derecha ha conseguido articular un frente de oposición- ni tan amplio y "único" como en principio pretendían, ni construido sobre la base de ningún programa ni discurso alternativo al Gobierno. Los sectores más conservadores de la oligarquía, indignados por su relevo democrático, tienen en los medios de comunicación empresarial la resonancia que hace tiempo perdieron en la calle.

Evo Morales y el MAS llegaron al poder a caballo de una masiva emergencia histórica de los sectores subalternos. Las mayorías sociales, empobrecidas y racializadas por un estado colonial excluyente, se hicieron mayorías políticas en la contestación de las políticas neoliberales, de devastadores costes sociales. El MAS gobierna aupado sobre la hegemonía de este bloque indígena y popular.

Las dos principales acusaciones que se leen y escuchan contra el actual gobierno boliviano son las de "racismo" y "populismo". Éstas encuentran mucho más eco en los medios de comunicación europeos que entre los ciudadanos bolivianos. Tal vez porque los primeros pertenecen a grupos empresariales con suculentos negocios en el país, conseguidos mediante acuerdos con las élites hoy desplazadas del poder.

El Gobierno del MAS, según estas voces, habría provocado una profunda polarización política, fracturando la sociedad en líneas étnicas y gobernando por encima de los mecanismos institucionales de control y fiscalización del poder, claves en el Estado de derecho.

Para que esto fuese cierto la primera premisa es que Bolivia, antes de Evo Morales, era una nación armoniosa y unida que transitaba en el camino correcto - el único que hay, el de la economía de mercado, según Vargas Llosa- hacia la prosperidad. Hay millones de bolivianos, desprovistos de ciudadanía y empujados a la más descarnada miseria, que invalidan el mito de esta Bolivia democrática y socialmente cohesionada.

La segunda premisa es que Evo Morales ha "racializado" un Estado que, anteriormente, era ciego y neutral a la "etnia". Costaría entonces explicar la correlación directa entre pertenencia a los pueblos indígenas y la pobreza, o el carácter mayoritariamente blanco y castellano parlante de la esfera pública en un país donde son minoría quienes comparten estas características. Como sostiene Coetzee para el caso de Sudáfrica, lo que verdaderamente les molesta a los viejos detentadores del poder político es haber perdido la capacidad de nombrar, lo que esto significa en términos de pérdida relativa de poder y la obligación que tienen ahora de compartir la toma de decisiones nacionales con miembros de los grupos secularmente marginados, son resistidos por todos los medios posibles- no siempre democráticos.

La acusación de "populismo" argumenta que el poder ejecutivo debe estar sometido a los controles institucionales que permiten que las minorías de hoy puedan ser mayorías mañana. El Gobierno de Evo Morales, según esta crítica, estaría dinamitando la institucionalidad apoyándose en su liderazgo carismático y no mediado con "el pueblo", convocadas como fundamento último y tendencialmente exclusivo de un poder cada vez más autoritario.

Esta acusación tiene mucho de falso y algo de cierto. Es absolutamente falso que se estén erosionando los mecanismos de expresión de la voluntad popular o de control del gobierno. Más aún, la nueva Constitución los ensancha introduciendo mecanismos de "control social" y la autonomía -particularmente la indígena- como canal de ejercicio colectivo de derechos sobre el territorio.

Es igualmente falso que se esté dañando la libertad de expresión, y al respecto baste citar que el 80% del espectro mediático sigue en manos de unas pocas familias adineradas que siguen diciendo y publicando cada día, sin restricción alguna, que existen ataques a su derecho a expresarse.

Es rotundamente falso que el proceso de refundación estatal en marcha sea excluyente: los que hasta ahora han venido siendo "ciudadanos de primera" perderán, es cierto, tal condición...justamente porque se han habilitado mecanismos positivos para eliminar la ciudadanía de segunda clase para mujeres, indígenas, pobres.

Es cierto, sin embargo, que el fundamento del Gobierno boliviano es la movilización popular: de ahí viene el propio Evo Morales. Quienes acusan al MAS de populista se remiten a una identificación absoluta entre liberalismo y democracia. El problema es que esta convergencia, históricamente variable, sólo puede ser sostenida para América Latina mediante la abstracción ideológica: Las capas dominantes locales no construyeron jamás Estados con capacidad de inclusión y regulación social, más allá de sus estrechos intereses de clase.

Así, las demandas populares no se procesaban de forma individual ni por cauces institucionales, posibilitando que se agregasen produciendo una separación del campo político entre "el poder" y los sectores populares. Esta es la condición de existencia del populismo según el prestigioso politólogo Ernesto Laclau, posiblemente uno de los científicos sociales que más en profundidad se ha ocupado del estudio del fenómeno.

En Bolivia, no es de extrañar que el protagonismo histórico de los sectores populares se haya vehiculado electoralmente en torno a un "outsider" de un sistema político oligárquico y ampliamente deslegitimado. El espanto de las castas mestizas y propietarias ante el ascenso de la "Bolivia plebeya" ha encontrado en el término "populismo" el mejor eufemismo para maquillar su repugna por lo popular.

En estos 4 años de Gobierno el MAS ha conseguido transformaciones relevantes: la Constitución, aprobada por más del 61% en enero pasado, supone un cambio en profundidad de la organización político jurídica vigente: Un intento real de construir y articular un "país plurinacional y multisocietal"; se ha revertido el proceso de capitalización-privatización de la etapa neoliberal que otorgó el control del excedente a manos extranjeras y prácticamente liquidó el patrimonio nacional, el Estado ha recuperado un papel destacado en la economía, las reservas internacionales se encuentran en máximos históricos y las cuentas fiscales aparecen saneadas.

Con esto se han podido financiar, entre otras iniciativas, la Renta Dignidad, para personas mayores, el Bono Juancito Pinto para los escolares y el Bono Juana Azurduy para las mujeres embarazadas en un esfuerzo por reducir la mortalidad infantil.

En política internacional el balance es positivo, la proximidad ideológica de varios gobiernos de la región, y sus nuevos mecanismos de integración y coordinación: ALBA y UNASUR, principalmente, han sido claves a la hora de contener el intento del golpe cívico-prefectural de septiembre de 2008 -cuando algunos líderes cívicos cifraban en la autonomía departamental la defensa de sus privilegios, sin importarles que el peaje fuera una guerra civil- o cuando han ofrecido mercados alternativos a los productos bolivianos que ya no se beneficiarán mas del ATPDEA- en un indisimulado castigo estadounidense al Gobierno de Evo.

La visita de Evo Morales ha tenido lugar en un momento decisivo para Bolivia y la humanidad: cuando convergen las crisis económica, ecológica y civilizatoria, Bolivia se muestra, con toda la humildad y toda la dignidad, como un proceso democrático y popular de refundación del estado en un sentido descolonizador, de inclusión ciudadana y redistribución de la riqueza. No es poco.



[1] Íñigo Errejón es investigador en la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Fundación CEPS. Manuel Canelas es investigador en la Universidad Complutense de Madrid.


El bloqueo a Cuba, es un bloqueo contra la humanidad

El bloqueo a Cuba, es un bloqueo contra la humanidad





El próximo 28 de Octubre la Asamblea General de las Naciones Unidas someterá una vez más a votación una resolución requiriendo del gobierno de Estados Unidos poner fin el bloqueo decretado contra Cuba a partir de 1961. Tal como ocurriera desde 1991 hasta la fecha esa resolución será aprobada casi por unanimidad, ratificando la condena de la comunidad internacional a Estados Unidos y la tremenda soledad en que se debate Washington por causa de una política que no sólo castiga brutalmente al pueblo cubano, sino que también constituye una amenaza para la humanidad en su conjunto.

Conscientes de su naturaleza violatoria de las más elementales normas del derecho internacional y de los derechos humanos, los publicistas del imperio y sus voceros locales han librado, como en tantas otras ocasiones, una pertinaz batalla semántica dirigida a confundir y engañar a la opinión pública mundial. Para ello recurren a un eufemismo: hablan de “embargo” y lo presentan como si fuera un asunto apenas comercial. Ocultan de ese modo que se trata de un bloqueo integral: económico, comercial, financiero y tecnológico, pero también internacional (al penalizar a las empresas de terceros países que comercien con Cuba y obstaculizar las relaciones diplomáticas de este país con el resto del mundo); informático (al impedir el acceso de los cubanos a banda ancha e Internet de alta velocidad); social (al imposibilitar o dificultar el reencuentro de las familias cubanas separadas por la emigración) y cultural, al impedir la libre circulación de artistas, escritores, intelectuales y científicos entre Cuba y Estados Unidos.

Se trata de un bloqueo no sólo ilegítimo a la luz de los más elevados valores de la civilización sino profundamente ilegal, diseñado para poner a Cuba de rodillas provocando hambre, enfermedades y desesperación en la población. En suma: se reitera la bárbara política de sitiar a una ciudad indefensa provocando entre sus pobladores toda suerte de privaciones e infortunios con la esperanza de debilitar su resistencia o precipitar una insurrección generalizada contra sus legítimas autoridades. Política cruel e inhumana, si las hay, que el imperio aplica sola y exclusivamente contra Cuba actualizando su antigua y enfermiza obsesión de querer apoderarse de esa isla, aún a costa de violar mil veces el derecho internacional y pisotear las más elevadas normas éticas que definen la convivencia civilizada de pueblos y naciones.

No existen antecedentes en la historia universal de algo lejanamente parecido al bloqueo contra Cuba, sostenido por Estados Unidos ininterrumpidamente a lo largo de 49 años. Nada siquiera remotamente semejante ha sido aplicado por Washington en contra de numerosos países que, por una u otra razón, mantienen (o tuvieron) serios diferendos con Estados Unidos: no lo hizo por obvias razones con la Unión Soviética y con China, pero tampoco con Vietnam, ni con la Libia de Kadhafi (aún luego de la voladura del vuelo Pan American 103, en Lockerbee, que mató a sus 259 ocupantes y 11 más al caer sobre tierra firme), ni con Corea del Norte, ni con Irán ni con ningún otro país. Sólo con Cuba, que de dulce sueño colonial pasó a ser, gracias a la gloriosa gesta emancipadora del 26 de Julio, dolorosa pesadilla que día y noche agita el sueño de los imperialistas.

Ofuscado por su patológica ambición de apropiarse de una isla irredenta que consideran suya, Estados Unidos incumple la Resolución 63/7, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 29 de octubre de 2008, cuando 185 estados miembros votaron a favor del inmediato levantamiento del bloqueo.2 No sólo la administración de George W. Bush hizo caso omiso de la recomendación emitida por la Asamblea General de la ONU, sino que su sucesor -¡nada menos que el actual Premio Nóbel de la Paz!- ha continuado con esa misma política al mantener en vigor las leyes, disposiciones y prácticas administrativas que sirven de sustento al bloqueo.

En efecto, nada se ha hecho, o siquiera se ha dicho, en relación a las leyes de “Comercio con el Enemigo” o de “Asistencia Exterior” que fueron las primeras piezas de legislación con las cuales se dio inició al bloqueo de Cuba. O de la “Ley de Administración de las Exportaciones” para ni hablar, ya que aludíamos a los eufemismos, de la “Ley para la Democracia Cubana”, más conocida como Ley Torricelli. Esta infame pieza legislativa fue promulgada por Bush padre en 1992 y gracias a ella Washington fue autorizado a reforzar las medidas económicas contra la isla, otorgando además sustento normativo a la extraterritorialidad del bloqueo, dado que dicha legislación prohíbe a compañías subsidiarias norteamericanas radicadas en el exterior realizar transacciones con Cuba o con nacionales cubanos, y a los barcos de terceros países que hubieran tocado puertos cubanos entrar a territorio norteamericano durante los 180 días siguientes, entre varias otras restricciones.

Párrafo aparte merece la también eufemísticamente denominada “Ley para la Solidaridad Democrática y la Libertad Cubana”, mejor conocida como la Ley Helms-Burton. Promulgada por Bill Clinton en Marzo de 1996, tiene por objeto extender el ámbito extraterritorial del bloqueo y colocar más trabas que dificulten las inversiones extranjeras en Cuba. La ley limita asimismo las prerrogativas de la Casa Blanca para suspender esa política al paso que establece la posibilidad de presentar demandas en los tribunales de Estados Unidos en contra de los directivos de empresas extranjeras (o sus familiares ) que inviertan en las empresas “confiscadas” por la revolución cubana.

Con estos antecedentes a la vista es evidente que el inocente “embargo” constituye un acto criminal: atendiendo a lo estipulado en el inciso “c” del artículo II de la “ Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio ” el bloqueo califica como un genocidio. Si además se considera la “ Declaración Relativa al Derecho de la Guerra Marítima” (adoptada por la Conferencia Naval de Londres en 1909), el bloqueo estadounidense contra Cuba constituye un acto de guerra económica. En consecuencia: no se trata de un “embargo” sino de un conjunto de disposiciones y políticas que la legalidad internacional tipifica como genocidas y criminales. Por eso la condena al bloqueo es algo que no sólo concierne a los cubanos, sino que preocupa, y mucho, a la comunidad internacional. La pretensión de otorgarle extraterritorialidad a la legislación norteamericana, tan prepotente como absurda, es una amenaza a la paz mundial y un vicioso ataque a la autodeterminación y la soberanía nacionales de pueblos y estados. En línea con esta política la Casa Blanca ha penalizado a numerosas empresas norteamericanas y europeas por realizar transacciones comerciales con Cuba. A raíz de eso pacientes cubanos o de otros países que son atendidos en los centros médicos de la isla no pueden acceder a nuevos instrumentos de diagnóstico, tecnologías y medicamentos porque aún si son producidos (o se encuentren disponibles) en terceros países, las leyes del bloqueo prohíben que sean vendidos o transferidos a Cuba si sus componentes o programas, aunque sea en mínima parte, son originarios de los Estados Unidos.

Desde el punto de vista económico el bloqueo ha causado un enorme daño a Cuba. Cálculos muy conservadores (que subestiman su verdadero impacto) revelan que en términos del valor actual del dólar su monto ascendería a algo más de 236 mil millones de dólares. Esta suma es astronómica si se tiene en cuenta el tamaño de la economía cubana. No sólo eso: también es muy significativa por sí misma puesto que equivale aproximadamente al doble de las erogaciones ocasionadas por el Plan Marshall que Estados Unidos desembolsó para financiar la recuperación de Europa en los años de la posguerra.3 Esa cifra no incluye los daños directos ocasionados por los sabotajes y actos terroristas alentados, organizados y financiados desde los Estados Unidos. Conociendo los grandes adelantos que la revolución cubana obtuvo en terrenos como la salud, la cultura y la educación, es fácil imaginar todo lo que podría haber logrado si no hubiera tenido que lidiar con la tremenda hemorragia económica y financiera generada por el bloqueo. Pero ese era justamente el objetivo que se había propuesto el imperialismo: aplicar esa política para demostrar la inviabilidad de una vía no capitalista de desarrollo y la insanable “ineficiencia” de la planificación socialista y, de ese modo, provocar toda suerte de padecimientos y sufrimientos en la población. En sus alucinaciones los estrategas del imperialismo confiaban en que tales privaciones desencadenarían el tan ansiado “cambio de régimen” en Cuba. La historia se encargó de refutar tales expectativas. Esta misma pretensión desestabilizadora e insanablemente antidemocrática la encontramos en la decisión tomada por el presidente Richard Nixon la misma noche en que Salvador Allende obtenía la primera mayoría en las elecciones presidenciales de Chile en 1970: hacer fracasar a la economía chilena para luego, sobre la frustración y el resentimiento que esto produciría, crear las condiciones que prepararían el camino hacia el golpe militar de 1973.

¿Ha cambiado algo desde el advenimiento de Obama a la Casa Blanca? Muy poco. No se ignora que la nueva administración ha introducido una módica flexibilización en el bloqueo, pero esas medidas sólo modifican algunos aspectos marginales que no cambian el fondo de la cuestión. No obstante, se lanzó una fuerte campaña propagandística tratando de presentar a Obama como el mentor de una nueva política superadora del nefasto legado de los diez presidentes norteamericanos que le precedieron.4 Pero, de hecho, las innovaciones introducidas se limitaron a lo siguiente:

  1. Eliminar las restricciones a las visitas familiares -con un límite hasta el tercer grado de consanguinidad- de los cubanos residentes en Estados Unidos.

  2. Hacer lo propio con las restricciones al envío de remesas de los cubano-americanos a sus familiares en Cuba -siempre con un límite hasta el tercer grado de consanguinidad- y excluyendo a los miembros del Gobierno de Cuba y del Partido Comunista de Cuba.

  3. Ampliar el rango de artículos que pueden ser enviados como regalos.

  4. Otorgar licencias para que empresas norteamericanas amplíen determinadas operaciones de telecomunicaciones con Cuba.

En suma, se trata de iniciativas que si bien reparan en parte una grave injusticia, al devolver a los cubanos residentes en los Estados Unidos su derecho de visitar a sus familiares en Cuba -el que les fuera arrebatado por el gobierno de George W. Bush- son insuficientes y de alcance muy limitado, puesto que no van más allá de la intención de retornar a la situación existente en el año 2004, cuando ya el bloqueo económico estaba en pleno vigor y aplicación.

Por otra parte, y a pesar de que se derogan totalmente las limitaciones a la frecuencia y duración de las visitas arriba mencionadas y de que se incrementa el límite de gastos diarios en que pueden incurrir los visitantes, se mantiene la prohibición de viajar a cubanos residentes en los Estados Unidos que no tengan familiares en Cuba y el insólito atropello al derecho de los ciudadanos norteamericanos de viajar libremente a Cuba, único país del mundo al que su gobierno les impide visitar.

¿Qué se puede esperar de Obama? Lamentablemente poco o nada, y no sólo en el tema del bloqueo sino en las más diversas áreas de las políticas públicas. La razón, expuesta detalladamente en el libro ya citado, es que el actual inquilino de la Casa Blanca sólo controla las palancas marginales del aparato estatal norteamericano. El poder del estado descansa fuertemente en manos del “gobierno permanente” de Estados Unidos, ese entramado que en su formato incipiente mereciera la grave advertencia del presidente Dwight Eisenhower al denunciar, en su discurso de despedida, el ominoso papel que ya estaba desempeñando lo que denominara “complejo militar-industrial.” En nuestros días ese complejo ha crecido de una manera extraordinaria, a un grado tal que no era siquiera imaginable o pensable hace medio siglo atrás. No sólo creció en términos de su gravitación cuantitativa; cualitativamente perfeccionó el grado de articulación entre los diferentes miembros de la alianza y su capacidad de determinar las políticas públicas no sólo dentro de Estados Unidos sino, mediante sus aliados, a lo largo y ancho del imperio En todo caso, las declaraciones del Vice de Obama, Joe Biden, en la así llamada “Cumbre de líderes progresistas” celebrada en Santiago en Marzo del 2009 no permite alimentar demasiadas expectativas: en esa ocasión Biden aseguró que “EEUU mantendrá el bloqueo como herramienta de presión contra Cuba”. Sus palabras no fueron desmentidas ni por la Casa Blanca ni por el Departamento de Estado.

Tiene toda la razón el gobierno cubano cuando señala que “el bloqueo viola el Derecho Internacional. Es contrario a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Constituye una transgresión al derecho a la paz, el desarrollo y la seguridad de un Estado soberano. Es, en su esencia y sus objetivos, un acto de agresión unilateral y una amenaza permanente contra la estabilidad de un país. Constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos de todo un pueblo. Viola también los derechos constitucionales del pueblo norteamericano, al quebrantar su libertad de viajar a Cuba. Viola, además, los derechos soberanos de muchos otros Estados por su carácter extraterritorial.”5

No sólo Cuba reclama el fin del bloqueo. La abrumadora mayoría de los países apoyan su petición. Sin embargo, pese a las anunciadas promesas de iniciar una “nueva política” hacia Cuba y América Latina la administración Obama no ha dado indicio alguno de pretender levantar el bloqueo. Esto actualiza la pregunta que el presidente Chávez formulara en al marco de la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas: ¿cuál es el verdadero Obama? ¿El que dice frases bonitas o el que convalida el golpe de estado en Honduras? Agregaríamos: ¿el que quiere promover el multilateralismo y refundar sobre nuevas bases las relaciones de Estados Unidos con América Latina o el que persiste en sostener el bloqueo a Cuba? Hasta ahora el veredicto de la historia dice que el segundo. No se descarta que pueda cambiar, aunque cada vez parece menos probable. El paso del tiempo juega en su contra.

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1 Sobre los múltiples perjuicios ocasionados por el bloqueo en las más diversas áreas de la vida social, económica y cultural de Cuba véase el muy documentado “Informe de Cuba sobre la resolución 63/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, en http://embacuba.cubaminrex.cu/Default.aspx?tabid=11013.

2 Por cierto, no es la única resolución que Washington ignora. Para un examen detallado de este asunto ver Atilio A. Boron y Andrea Vlahusic, El lado oscuro del imperio. La violación de los derechos humanos por Estados Unidos (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2009).

3 Según estimación realizada por el economista argentino Alex Kicillof, El Plan Marshall estuvo en la base de la Unión Europea”, Página/12, 21 de Junio de 2007. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/subnotas/6707-2229-2007-06-21.html

4 En realidad, no todos ellos tuvieron la misma actitud. En una de sus reflexiones el Comandante Fidel Castro Ruz sostuvo que “De los Presidentes de Estados Unidos y los aspirantes a ese cargo, solo conocí uno que por motivos ético-religiosos no fue cómplice del brutal terrorismo contra Cuba: James Carter. Esto supone, desde luego, otro Presidente que prohibió el empleo de funcionarios de Estados Unidos para asesinar a dirigentes cubanos. Se trata de Gerald Ford, que sustituyó a Nixon después del escándalo de Watergate.” En Septiembre de 1977 Carter abrió la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Cf. Fidel Castro Ruz, “La sumisión a la política imperial”, 27 de Agosto del 2007.
http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/reflexiones/esp-045.html

5 Ver el “Informe de Cuba sobre la resolución 63/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, ya citado en este trabajo.

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Caminos y agentes del saqueo en América Latina



Rebelion. Caminos y agentes del saqueo en América Latina


Caminos y agentes del saqueo en América Latina






Nos encontramos actualmente en un momento de crisis. Crisis sistémica que no anuncia una caída o estallido inmediato, sino que es la expresión de la vocación mutante del capitalismo y de su capacidad de adaptación o readecuación a las condiciones cambiantes del acontecer no sólo económico sino social. Si bien el carácter sistémico de la crisis muestra la insustentabilidad civilizatoria del capitalismo, ni lo elimina de manera natural, ni le impide buscar su recomposición. La crisis da paso a una mucho mayor concentración de la riqueza y el poder y concede condiciones de fuerza y al mismo tiempo de vulnerabilidad a un poder cada vez más exclusivo y excluyente que, en su arrogancia, va poniendo en operación mecanismos variados de soporte y de articulación o cohesión en un entorno crecientemente contradictorio.


La crisis cíclica, en las circunstancias actuales, es indicativa de la incapacidad del mercado para garantizar por sí solo las condiciones generales del proceso de acumulación del capital y de apropiación privada de la riqueza y, en ese sentido, apela a los mecanismos de contención social para asegurar aquello que el mercado no logra cohesionar y controlar, sobre todo cuando la economía capitalista es al tiempo legal e ilegal. A nadie escapa que la crisis económica no está tocando los sectores ilegales que sin duda contribuyeron a generarla y muy probablemente serán parte de su solución.


Como quiera, la crisis exige un cambio de estrategia y un cambio de modalidad de dominación que abarca todas las dimensiones de la organización social, territorial y política del sistema, sobre todo porque la necesidad de restablecimiento de las condiciones generales de valorización correspondiente a los momentos de ajuste cíclico, característicos del funcionamiento regular del proceso de acumulación de capital, ocurre ahora en un contexto de cuestionamiento integral, de crisis sistémica, de incapacidad para resolver internamente la contradicción progreso-depredación que proviene de los fundamentos mismos de la sociedad capitalista como lugar del dominio de la naturaleza por el hombre.


Por este motivo la crisis actual no es solamente financiera ni se resuelve con subsidios y ajustes estatales o con fusiones y centralización del capital. Eso permite seguir adelante pero simultáneamente agrava la situación de suicidio técnico en que se encuentra irremediablemente el capitalismo, a pesar de su capacidad para mantener al mundo entero bajo sus reglas de funcionamiento, aun sabiendo que tienden, paradójicamente, a la insustentabilidad de la vida misma.



La IIRSA como estrategia de poder hegemónico


La fuerza interna del capitalismo se defiende y se reconstruye permanentemente a través del diseño de un conjunto de estrategias integrales, multidimensionales, que se despliegan planetariamente, entre las que se encuentran los megaproyectos de reordenamiento territorial, que son necesariamente también de reordenamiento político, como el de la Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica, IIRSA. La principal virtud de proyectos como IIRSA es la de ser capaces de restablecer y potenciar las condiciones generales de la valorización, más que la de generar negocios suculentos en su propia puesta en práctica, cosa que también ocurre.


Observados desde una perspectiva amplia, la IIRSA y el Plan Puebla Panamá son dos partes de un mismo proyecto: los dos fueron supuestamente ideados por algún Presidente de la región, en un caso Fox, en México, y en el otro Cardoso, en Brasil. Con toda la distancia cultural, intelectual y política que hay entre ambos, presuntamente al mismo tiempo diseñaron dos proyectos similares y geográficamente empatados. Las negociaciones y puestas en práctica específicas varían de acuerdo a las condiciones subregionales, pero los fundamentos de los proyectos no: construir una infraestructura de comunicaciones, transportes y generación de energía que constituya un ágil y dinámico sistema circulatorio que permita enlazar las economías regionales al mercado mundial.


Un único proyecto de mercantilización total de la naturaleza para uso masivo desde el centro de México hasta la punta de Tierra del Fuego. No se trata de la explotación de los elementos naturales para uso doméstico, ni local ni nacional, sino de su explotación de acuerdo con las dimensiones de un comercio planetario sostenido, en un 50 %, por empresas transnacionales. La infraestructura que se propone –y que se requiere-es justamente la que permitirá a América Latina convertirse en una pieza clave en el mercado internacional de bienes primarios, a costa de la devastación de sus territorios, abriendo nuevamente esas venas de la abundancia que sangran a la pachamama y que alimentan la acumulación de capital y la lucha mundial por la hegemonía. El diseño de esta infraestructura va del corazón a las extremidades, del centro de Sudamérica hacia los puertos en el caso de IIRSA y de Colombia-Panamá hacia la frontera con Estados Unidos en el caso del Proyecto Mesoamericano, nuevo nombre del Plan Puebla Panamá.


La dimensión de la explotación del territorio de América Latina y de extracción de sus elementos valiosos se encuentra en relación con los niveles crecientes demandados por una economía mundial que responde a las vertiginosas necesidades de multiplicación de las propias ganancias mucho más que a las necesidades reales de la población del mundo, y llama a una agilización de la circulación de mercancías para reducir al máximo los momentos improductivos del capital. El nivel de extracción y producción de las empresas involucradas, aun cuando su origen sea local, se ha modificado en proporción a esta nueva demanda de recursos. Casos como el de Vale do Río Doce son sintomáticos de las nuevas dinámicas: empresa enraizada en la producción minera en una zona de gran abundancia de yacimientos es poco a poco extranjerizada a través de la colocación de acciones en la bolsa de valores de Nueva York o similares y sus niveles de producción, ya grandes, se multiplican de acuerdo con las necesidades de valorización de los capitales propietarios. El ritmo de los trenes que transportan el hierro al puerto se incrementó y la cantidad de vagones cargados se multiplicó en los últimos años, asegurando con ello la posesión privada, fuera de la tierra, ya en calidad de mercancía, de un elemento natural que se ha convertido en parte importante de la disputa hegemónica. Con esto se generación de energía que constituya un ágil y dinámico sistema circulatorio que permita enlazar las economías regionales al mercado mundial.


Un único proyecto de mercantilización total de la naturaleza para uso masivo desde el centro de México hasta la punta de Tierra del Fuego. No se trata de la explotación de los elementos naturales para uso doméstico, ni local ni nacional, sino de su explotación de acuerdo con las dimensiones de un comercio planetario sostenido, en un 50 %, por empresas transnacionales. La infraestructura que se propone –y que se requiere-es justamente la que permitirá a América Latina convertirse en una pieza clave en el mercado internacional de bienes primarios, a costa de la devastación de sus territorios, abriendo nuevamente esas venas de la abundancia que sangran a la pachamama y que alimentan la acumulación de capital y la lucha mundial por la hegemonía. El diseño de esta infraestructura va del corazón a las extremidades, del centro de Sudamérica hacia los puertos en el caso de IIRSA y de Colombia-Panamá hacia la frontera con Estados Unidos en el caso del Proyecto Mesoamericano, nuevo nombre del Plan Puebla Panamá.


La dimensión de la explotación del territorio de América Latina y de extracción de sus elementos valiosos se encuentra en relación con los niveles crecientes demandados por una economía mundial que responde a las vertiginosas necesidades de multiplicación de las propias ganancias mucho más que a las necesidades reales de la población del mundo, y llama a una agilización de la circulación de mercancías para reducir al máximo los momentos improductivos del capital. El nivel de extracción y producción de las empresas involucradas, aun cuando su origen sea local, se ha modificado en proporción a esta nueva demanda de recursos. Casos como el de Vale do Río Doce son sintomáticos de las nuevas dinámicas: empresa enraizada en la producción minera en una zona de gran abundancia de yacimientos es poco a poco extranjerizada a través de la colocación de acciones en la bolsa de valores de Nueva York o similares y sus niveles de producción, ya grandes, se multiplican de acuerdo con las necesidades de valorización de los capitales propietarios. El ritmo de los trenes que transportan el hierro al puerto se incrementó y la cantidad de vagones cargados se multiplicó en los últimos años, asegurando con ello la posesión privada, fuera de la tierra, ya en calidad de mercancía, de un elemento natural que se ha convertido en parte importante de la disputa hegemónica. Con esto se acrecienta el saqueo del que han sido objeto los pueblos latinoamericanos desde hace más de 500 años, con los inicios de la conquista-colonización, y se somete a los territorios, espacio de la relación naturaleza-sociedad a una depredación salvaje e irreversiblehace más de 500 años, con los inicios de la conquista-colonización, y se somete a los territorios, espacio de la relación naturaleza-sociedad a una depredación salvaje e irreversible (3).


La exportación de materias primas, vista por los analistas macroeconómicos como un signo de desarrollo y prosperidad, está alterando las condiciones mismas de la vida por su carácter masivo y por responder a necesidades ajenas a las de las sociedades locales. Y lo mismo ocurre con las modernas vías de transporte que se proponen y se están habilitando con la IIRSA. Las rutas de la IIRSA colocan al enorme territorio sudamericano a disposición de las necesidades de saqueo de los recursos estratégicos, como puede observarse en el mapa 1 que muestra lo que yo considero el diseño estratégico de la IIRSA .





Ahora los canales interoceánicos no buscan la ruta más corta entre océanos sino la más vasta, la más rica. Los 80 kms del Canal de Panamá son ahora sustituidos por 20 mil km de la ruta amazónica. Esta diferencia de criterios pone en evidencia que la conexión tiene otros propósitos que los buscados en el pasado, de conformidad con el aumento de capacidades y envergadura de la apropiación capitalista. Con las rutas de la IIRSA se asegura no solamente la extracción de recursos de cada una de sus partes, sino que esa extracción se realice de manera articulada. Se vinculan intereses nacionales o locales con intereses transnacionales e incluso estratégicos.


Las rutas de IIRSA pasan por las fuentes de agua, minerales, gas y petróleo; por los corredores industriales del subcontinente; por las áreas de diversidad genética más importantes del mundo, por los refugios indígenas y por todo aquello que es valioso y apropiable en Sudamérica. La ampliación de los caudales de los ríos para dedicarlos al tránsito intenso está poniendo en riesgo los pantanales y degradando las condiciones de vida de especies animales y vegetales al tiempo que violenta los modos de vida de comunidades aledañas o vinculadas; la explotación y exportación masiva de minerales castiga a la selva con un tráfico pesado constante que va comiéndose rápidamente la mancha amazónica y amenaza los glaciares; las modalidades locales de organización de la vida se ven confrontadas con una dinámica vertiginosa que no les corresponde y que las altera externa e irreversiblemente.



El entramado de intereses de la IIRSA


Han sido ampliamente denunciados los daños presentes o previsibles que acompañan este proyecto y aun así la insistencia por mantenerlo es tenaz. Cabe preguntarse entonces qué clase de intereses prevalecen sobre los altísimos riesgos ecológicos y sociales que entraña la IIRSA.


Por un lado, el hecho de contar con la anuencia o incluso el entusiasmo de muchos de los gobiernos latinoamericanos es resultado de una combinación en la que gobiernos y empresas locales reciben algunos beneficios que, a su nivel, pueden ser significativos.


Por otro lado, evidentemente una red infraestructural de las características de la planeada es sin duda un facilitador de las actividades extractivas, y económicas en general, de los grandes capitales del mundo en busca de recursos competidos y valiosos, que en muchos casos pueden ser considerados estratégicos para la reproducción global del sistema y, por tanto, para el aseguramiento no sólo de las condiciones de vida del capitalismo sino también de la hegemonía.


La construcción misma de la infraestructura parece no ser el plato más codiciado. Las grandes transnacionales tienen como foco de interés la explotación de los recursos, mucho más que los negocios grandes para los inversores locales, pero relativamente pequeños para ellas, de construcción de carreteras, ferrovías, hidrovías, represas y otros similares.


Por la manera como se han comportado los gobiernos y las empresas, parece haber casi un acuerdo de complementariedad en el que ambos se benefician y por ello mismo ambos defienden el proyecto como propio. El abigarramiento de intereses se ha acrecentado últimamente por la entrada de capitales extranjeros a empresas locales, las más de las veces relacionadas con las actividades extractivas, como es el caso de Vale do Río Doce. Estas empresas se potencian, aumentan su producción y, evidentemente, sus exportaciones; se vinculan más estrechamente al mercado mundial, pero siguen apareciendo como nacionales cuando en varios casos su capital es ya mayoritariamente extranjero.


Quizá la empresa latinoamericana más favorecida por la IIRSA actualmente es la Odebrecht, que se anuncia como empresa brasileña. Por tratarse de una empresa de ingeniería y construcción, en esta primera etapa se ha involucrado en proyectos en toda la región de IIRSA.


Odebrecht tiene inversiones en América en 13 países, además de Brasil. Abarca geográficamente desde México hasta Argentina, con actividades también en el Caribe (República Dominicana), Centroamérica (Costa Rica, Panamá) y Sudamérica (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay), como puede observarse en el mapa, que muestra la cercanía de las áreas de sus proyectos de inversión con las que contienen los recursos más valiosos.





En las actividades extractivas históricamente se ha registrado la presencia de grandes transnacionales extranjeras, y de ahí esta vinculación de intereses que mencionábamos. Es un sector en el que la competencia dificulta la entrada de capitales nacionales, sobre todo después de la desprotección y el cambio de criterios sobre los patrimonios nacionales inducidos por el neoliberalismo.


Revisando las listas de las 500 empresas más grandes del mundo elaborada desde hace ya largo tiempo por la revista Fortune, y las de las 500 más grandes de América elaborada por la revista América economía, lo que se observa es la escasa participación de empresas latinoamericanas en las actividades de mayor envergadura. Aún cuando se encuentren en estas actividades, su participación es de mucho menor monta, excepto en los casos de Odebrecht, Aracruz y Votorantim, las tres originalmente brasileñas.


La extracción de petróleo y gas tiene en algunos países exclusividad de empresas del Estado pero, en lo que toca al resto, las empresas principales en este sector son Exxon, Royal Dutch, British Petroleum, Chevron, CONOCO-Phillips, ENI, Petrobras, Repsol-YPF, SK, Occidental Petroleum, Lukoil, EnCana y Oil and Natural Gas. La localización de proyectos de estas empresas no deja duda de su buen tino pues se encuentran en todas las regiones de importantes yacimientos, como se observa en el mapa. Estas locaciones quedan bien protegidas por las facilidades infraestructurales proyectadas por IIRSA, de manera que su acceso al mercado mundial, de por sí ya bastante ágil, se vería aún mejorado.





Los minerales, elementos que conforman la estructura material básica de los procesos productivos, tienen en América Latina uno de sus espacios de mayor diversidad y abundancia. Los minerales metálicos son foco de atracción de grandes empresas de dimensión planetaria como Anglo American, BHP Billinton, Río Tinto, Vale do Río Doce, Xstrata y Nippon Mining Holdings, y su distribución territorial las lleva a diversas regiones sudamericanas que en todos los casos tendrán la virtud de ser articuladas a través de las rutas de IIRSA (ver mapa).





La apropiación de bosques, naturales o generados artificialmente, tiene sus principales zonas en puntos muy específicos. Su despliegue territorial es mucho menos extendido que los de las actividades anteriores, pero se trata también de capitales de gran envergadura, vinculados con la producción de celulosa y papel (ver mapa). Las empresas principales que se encuentran en el sector son Stora Enzo, Weyerhauser, Aracruz Celulose, Votorantim Celulose, Kablin, Suzano Papel e Celulosa, CELCO y CMPC, las dos últimas con inversiones en el sur de Chile.





Evidentemente además de todas las empresas mencionadas hay un entramado de empresas más pequeñas vinculadas con las actividades de las grandes, sin embargo o bien son completamente dependientes de éstas, o sus niveles de producción no repercuten en los grandes mercados ni definen las dinámicas de la economía.


La idea de mostrar el despliegue geográfico de estas grandes inversiones proviene del interés de revisar la capacidad de estos agentes capitalistas para ocupar y definir el territorio y sus dinámicas. Una de las cosas que nos debe preocupar es cómo el territorio está siendo expropiado y cómo proyectos como IIRSA refuerzan esa tendencia.


Y, en realidad, aunque en este terreno podemos constatar la gran cantidad y diversidad de los intereses en juego, es el sujeto hegemónico quien marcha a la cabeza del proceso. Nosotros tenemos un cálculo del territorio extranjero ocupado por bases militares estadounidenses pero sería necesario medir el ocupado por las propiedades de las empresas para tener una idea cabal de la dimensión territorial de la dominación.


Con esos cálculos podríamos encontrarnos en mejores condiciones para valorar si es IIRSA un proyecto de los Estados sudamericanos o una exigencia de esos grandes capitales que arrastran a los Estados a formular las políticas que los benefician, porque ¿qué son los Estados hoy si no una parte de ese sujeto económico, de ese sujeto dominante que a veces se llama capital brasileño, a veces capital ecuatoriano, muchísimas más veces capital estadounidense pero que, finalmente, revela una fusión de intereses en relación con el gran capital de las empresas trasnacionales, impulsadas, protegidas y representadas por el Estado norteamericano.


Incluso hoy aunque es difícil hablar de nacionalidad del capital, efectivamente hay un enorme peso del capital estadounidense en todas las actividades más importantes, más dinámicas y con mayor futuro en el mundo. Eso autoriza a seguir hablando del sujeto estadounidense como sujeto hegemónico, es decir, ese gran capital que se aglutina en torno al Estado estadounidense aunque contenga algunos mexicanos, brasileños, japoneses o capitales provenientes de cualquier otro lugar pero incorporados orgánicamente a esa estructura de poder.


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(1) Este trabajo contó con la valiosa contribución de Rodrigo Yedra, miembro del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica.

(2) Directora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica en el Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México. Coordinadora del grupo de trabajo Hegemonías y Emancipaciones de CLACSO. Libros: Producción estratégica y hegemonía mundial (México: Siglo XXI); Hegemonías y emancipaciones en el siglo XXI (Buenos Aires-Sao Paulo: CLACSO); Desafíos de las emancipaciones en un contexto militarizado (Buenos Aires: CLACSO); Derivas del mundo en el que caben todos los mundos (México: Siglo XXI); De los saberes de la dominación y la emancipación (Buenos Aires: CLACSO).

(3) Basta observar lo que está aconteciendo en el estado brasileño de Pará, originalmente selvático, lleno hoy de pastizales para el ganado y de cráteres mineros que deforestan, transforman las lógicas locales de socialidad y organización de la reproducción.




¿Un capitalismo andino-amazónico?




Rebelion. ¿Un capitalismo andino-amazónico?
¿Un capitalismo andino-amazónico?

CADTM/Rebelión

Traducido por Griselda Pinero y Raúl Quiroz


Enfrentamientos izquierda-derecha en Venezuela y Bolivia [1]

Venezuela y Bolivia sufren verdaderas batallas entre la izquierda en el gobierno y la derecha que, a pesar de estar en la oposición, posee el poder económico y mediático, sin contar los poderosos apoyos que cuenta en el aparato del Estado —ministerios, justicia, una parte del ejército y en la jerarquía religiosa (sobre todo católica y protestante)—.

En Venezuela, las batallas más agresivas libradas por la derecha comenzaron después del tercer año del gobierno de Chávez, es decir a comienzos del 2002. Tomó la forma de grandes enfrentamientos, como en el golpe de Estado de abril de 2002, en el lock-out patronal de diciembre de 2002 - enero de 2002, en la ocupación de la plaza Altamira en Caracas por generales sediciosos y dirigentes de la oposición política. Y estos actos comenzaron a disminuir su intensidad después de agosto 2004, gracias a la victoria del No en el referéndum revocatorio del presidente Chávez [2]. Desde entonces, la derecha busca ocasiones para retomar la iniciativa, pero su capacidad de movilización se ha reducido mucho.

En Bolivia, la derecha entabló verdaderas batallas en 2007 y 2008, después de menos de dos años de gobierno de Morales. Utilizó muchas veces la violencia y eligió una estrategia de batallas frontales en 2008. La victoria de Evo Morales en el referéndum revocatorio de agosto de 2008, con el 67,43 % de los votos [3], no condujo a una reducción de la violencia de la derecha. Por el contrario, esta violencia fue in crescendo durante varias semanas después de su fracaso en el referéndum, especialmente porque se sentía capaz de reunir una mayoría en varios departamentos clave del este del país. La muy fuerte reacción del gobierno y la movilización popular frente al asesinato de partidarios de Evo Morales en el departamento de Pando (unido a la condena internacional, en particular por UNASUR, que se reunió de manera extraordinaria en septiembre de 2008 para aportar su apoyo al gobierno constitucional) acabaron en un armisticio (provisorio). Después de un año de boicot, la derecha se comprometió a aceptar la organización de un referéndum sobre la nueva Constitución, que desembocó en una nueva victoria de Morales a fines de enero de 2009, ya que fue aprobada por el 62 % de los votantes.

Retorno sobre los enfrentamientos en Bolivia en 2008

En el año 2008 el gobierno de Evo Morales tuvo que hacer frente a la violenta oposición de una derecha que representa los intereses de la clase capitalista local (industriales, grandes terratenientes y grupos financieros), vinculada a los intereses de transnacionales privadas que explotan los recursos naturales (petróleo gas, diversos minerales). El vicepresidente, Álvaro García Linera, presentó en una entrevista [4] una visión estratégica de este enfrentamiento. Parte del hecho comprobado de que la derecha, negándose a aceptar su posición de fuerza política minoritaria optó por la secesión de los ricos departamentos orientales [5]. Describe a continuación la política seguida por el gobierno, que rechazó repetidamente el enfrentamiento antes de recurrir a la fuerza. He aquí algunos párrafos destacables de la entrevista:
«La derecha no estaba dispuesta a ser incluida en el proyecto nacional-popular como fuerza minoritaria y dirigida, y optaba por la conflagración territorial La lucha por el poder se acercaba al momento de su resolución bélica o última, en la medida en que en última instancia, el poder del Estado es coerción. A esto es que denominamos “punto de bifurcación”, o momento en que la crisis de Estado, iniciada ocho años atrás, se resuelve ya sea mediante una restauración del viejo poder estatal o bien mediante la consolidación del nuevo bloque de poder popular. […]
»Tras los resultados del referéndum aprobatorio en agosto, el bloque cívico-prefectural [es decir la derecha, nota del autor] inició su escalada golpista: toman las instituciones, esperamos; atacan a la policía, esperamos; destruyen y saquean las instituciones públicas en cuatro departamentos, esperamos; desarman a soldados, esperamos; toman aeropuertos, esperamos; destruyen ductos, esperamos. Ellos mismos se lanzan desbocados a un callejón sin salida.[…]»

Y viene Pando…

«El prefecto desata la masacre de Pando [6] en un intento de dar una señal de escarmiento a los líderes populares… y este acto colma la tolerancia de la totalidad de la sociedad boliviana. La masacre de campesinos igualará a los prefectos con su mentor, Sánchez de Losada [el presidente derrocado en octubre de 2003 par la ira popular] o García Meza [7], y pondrá en manos del Estado la obligatoriedad de una intervención rápida, contundente, en defensa de la democracia y la sociedad. Y sin dudar un solo segundo, se lo hará en el eslabón más débil de la cadena golpista, Pando. Se tratará del primer estado de sitio en la historia boliviana dictado en defensa y protección de la sociedad, encontrando el pleno apoyo de la población, horrorizada por la acción de los golpistas. Esto, sumado al rechazo internacional de los golpistas, detendrá en seco la iniciativa cívico-prefectural, dando lugar a su repliegue desordenado. Es el momento de una contraofensiva popular, cuya primera línea de acción serán las organizaciones sociales y populares del propio departamento de Santa Cruz [8]. No sólo campesinos y colonizadores [9] se movilizaron, sino también pobladores de los barrios plebeyos de Santa Cruz y especialmente jóvenes urbanos, quienes, en memorables jornadas de resistencia a las bandas fascistas, defenderán sus distritos y quebrarán el dominio clientelar de las logias cruceñas.

»La contundencia y la firmeza de la respuesta político-militar del gobierno contra el golpe, sumada a la estrategia de movilización social en Santa Cruz y hacia Santa Cruz, creó una articulación virtuosa social-estatal pocas veces vista en la historia política de Bolivia. Esa era la dimensión y la extensión general del “ejército” y las “divisiones movilizadas” en contra del golpe. Esa era la fuerza de choque que el proyecto indígena-popular desplegaba para el momento definitorio de fuerza. La derecha evaluó sus fuerzas de choque aisladas y en desbandada, comprobó la voluntad política del mando indígena-popular que estaba dispuesto a todo y prefirió abdicar de sus propósitos y rendirse. De este modo, se cierra el ciclo de la crisis estatal, de la polarización política y se impondrá, en una medición bélica de fuerzas sociales, la estructura duradera del nuevo Estado.»

García Linera prosigue estableciendo un paralelo histórico:

«Una cosa parecida sucedió el año 1985[10], cuando los mineros, que eran el núcleo del Estado nacionalista, se rindieron ante las divisiones del ejército que resguardaban el proyecto neoliberal. Hoy le tocó al bloque empresarial-terrateniente asumir la derrota y dar paso a la nueva correlación de fuerzas políticas de la sociedad. A su modo, septiembre-octubre del 2008 tendrá el mismo efecto estatal que la derrota de la “marcha por la vida” de los mineros de 1986. Sólo que ahora será el bloque plebeyo el que festejará la victoria y las elites adineradas tendrán que asumir su derrota histórica. [...]».

Hasta aquí, García Linera desarrolla un punto de vista optimista sobre la derrota política de la derecha, pero más adelante en la entrevista, él mismo señala que a ésta no le faltan puntos de apoyo para reaccionar y tratar de recuperar la iniciativa para acabar con la experiencia de izquierda en curso:

«La burguesía rentista e intermediaria ya no tiene a las empresas petroleras como generosas financistas de sus ingresos. La red clientelar agraria que los rentistas de la tierra crearon en el ámbito agroindustrial se ha debilitado enormemente con la presencia de la empresa estatal de alimentos EMAPA, y la presencia pública en la cadena soyera, triguera, arrocera llega entre un 20 a un 30 % del total de la producción. Pero aún el bloque opositor irreductible conserva otros espacios importantes de poder agrario[11], comercial y financiero, y eso le da a la larga capacidad de agregación, presión y confrontación. Pero hoy, y eso puede durar unos años, lo que no tiene es un proyecto de Estado; cuánto tiempo no lo tendrá, quién sabe, pero tiene un proyecto de tratar de impedir que siga avanzando el proyecto popular. A diferencia de las clases populares, que en 1985 son derrotadas, y materialmente son desestructuradas para dar lugar a un ciclo lento de reorganización, la derecha no. La derecha ha sufrido un golpe político, ha perdido el mando del Estado, ha perdido la capacidad de seducir estatalmente a la sociedad, pero tiene mucho poder económico todavía. Es distinta la forma de consolidación del punto de bifurcación cuando es el sector popular el derrotado, política y materialmente, que cuando se trata del sector empresarial, porque puede perder en lo político pero conserva poder económico que le permite tener poder de veto permanente.»

Reivindicaciones de los pueblos indígenas originarios [12] y progresos en la Constitución de 2009

Para entender el proyecto político indigenista defendido por importantes organizaciones relacionadas con el MAS, el partido que llevó a Evo Morales a la presidencia de Bolivia, hay que remitirse al Pacto de Unidad, hecho público en septiembre del 2006 para preparar la Asamblea Constituyente.

Autonomía:
«La autonomía indígena, originaria y campesina, en tanto que eje fundamental del proceso de descolonización y de autodeterminación, es la condición y la base de libertad de nuestros pueblos y naciones. Ella se basa en unos principios fundamentales, generadores de unidad y de articulación social, económica y política, no solamente entre nuestros pueblos y naciones, sino igualmente en la sociedad en su conjunto. Ella tiende a la construcción permanente de una vida plena entera, mediante formas propias de representación, administración y propiedad de nuestro territorio.»
Régimen de bienes raíces y territorial:
«El derecho original sobre los recursos no renovables pertenece a las naciones y los pueblos indígenas originarios y campesinos. La propiedad de los recursos no renovables, en cuanto a ella, en partes iguales a las naciones y los pueblos indígenas originarios y campesinos y al Estado unitario plurinacional.» Esta formulación está sujeta a diferentes interpretaciones. En efecto, lo que tiende a predominar en la política del gobierno de Evo Morales es la explotación de los recursos naturales por el Estado, como afirma con toda claridad el vicepresidente de la República en una reciente entrevista (véase más adelante «la explotación de los recursos petroleros de la región amazónica de Bolivia»).
Latifundio:
«[El Estado] debe distribuir las tierras de manera equitativa, garantizar los derechos y necesidades actuales y futuras de las naciones y los pueblos originarios y campesinos y velar por el bienestar del conjunto de la población.»
Educación:
«La prioridad del Estado plurinacional es dar a la educación, pilar fundamental, un carácter intracultural, intercultural, pluricultural y plurilingüe, en todos los escalones y bajo diversas formas; conforme con la diversidad étnica y lingüística del país, la enseñanza y la administración utilizarán prioritariamente la lengua indígena, el español después como lengua de comunicación intercultural.»
El Pacto de Unidad reclama también la coexistencia de los sistemas jurídicos indígenas originarios y campesinos con el sistema jurídico occidental y la creación de un cuarto poder independiente del Estado: el poder social instituyente alternativo que encuentra su fuente en los movimientos sociales. El tema del poder social plurinacional fue ampliamente debatido, en tanto que «cuarto poder» de carácter civil y corporativo (sus miembros serían elegidos por los usos y costumbres y por sufragio universal).Tendría como atribución «velar y controlar» los poderes del Estado y la facultad de sancionar, manteniéndose independiente de los mismos —un idea que finalmente no fue recogida en la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE)—.

La nueva Constitución, aprobada finalmente en enero del 2009 en referéndum constitucional por el 62 % de los votos, constituye un adelanto para los pueblos indígenas y originarios. Esta Constitución garantiza, entre otras cosas, el reconocimiento de las lenguas indígenas, el reconocimiento de los derechos de las naciones y pueblos indígenas al ejercicio de su propio sistema político, jurídico y económico, el establecimiento de territorios «indígenas originarios campesinos» dotados de competencias en términos de definición de la forma propia de desarrollo, de la administración de la justicia indígena, de la gestión de los recursos naturales renovables, etc. Estos derechos están garantizados en varias partes de la Constitución. A continuación la versión integral de la Parte I, Título II, Capítulo 4 de la nueva constitución boliviana:

DERECHOS DE LAS NACIONES Y PUEBLOS INDÍGENAS ORIGINARIOS CAMPESINOS

Artículo 30.

I. Es nación y pueblo indígena originario campesino, toda la colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial española.

II. En el marco de la unidad del Estado y de acuerdo con esta Constitución las naciones y pueblos indígena originario campesino gozan de los siguientes derechos:

1. A existir libremente.

2. A su identidad cultural, creencia religiosa, espiritualidades, prácticas y costumbres, y a su propia cosmovisión.

3. A que la identidad cultural de cada uno de sus miembros, si así lo desea, se inscriba junto a la ciudadanía boliviana en su cédula de identidad, pasaporte u otros documentos de identificación con validez legal.

4. A la libre determinación y territorialidad.

5. A que sus instituciones sean parte de la estructura general del Estado.

6. A la titulación colectiva de tierras y territorios.

7. A la protección de sus lugares sagrados.

8. A crear y administrar sistemas, medios y redes de comunicación propios.

9. A que sus saberes y conocimientos tradicionales, su medicina tradicional, sus idiomas, sus rituales y sus símbolos y vestimentas sean valorados, respetados y promocionados.

10. A vivir en un medio ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas.

11. A la propiedad intelectual colectiva de sus saberes, ciencias y conocimientos, así como a su valoración, uso, promoción y desarrollo.

12. A una educación intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo.

13. Al sistema de salud universal y gratuito que respete su cosmovisión y prácticas tradicionales.

14. Al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión.

15. A ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles. En este marco, se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los recursos naturales no renovables en el territorio que habitan[13].

16. A la participación en los beneficios de la explotación de los recursos naturales en sus territorios.

17. A la gestión territorial indígena autónoma, y al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables existentes en su territorio sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos por terceros.

18. A la participación en los órganos e instituciones del Estado.

III. El Estado garantiza, respeta y protege los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos consagrados en esta Constitución y la ley.

Artículo 31. I. Las naciones y pueblos indígenas originarios en peligro de extinción, en situación de aislamiento voluntario y no contactados serán protegidos y respetados en sus formas de vida individual y colectiva.

II. Las naciones y pueblos indígenas en aislamiento y no contactados gozan del derecho a mantenerse en esa condición, a la delimitación y consolidación legal del territorio que ocupan y habitan.

Artículo 32

El pueblo afroboliviano goza, en todo lo que corresponda, de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales reconocidos en la Constitución para las naciones y pueblos indígena originario campesinos. Fin del Recuadro

La prueba del poder para el MAS

El partido del presidente Evo Morales, el MAS-IPSP (Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos) tiene la particularidad de haber sido creado, a finales del los años 90, por organizaciones sindicales campesinas [14]. En lo que respecta a la naturaleza social del MAS, Pablo Stefanoni [15] se pregunta actualmente si no sería más interesante estudiar este movimiento político en tanto que partido de pequeños propietarios rurales y urbanos (comerciantes, pequeños empresarios) de origen indígena. Desde este punto de vista se modifica la comprensión de esta organización política, vista hasta aquí como una emanación de los movimientos sociales de los más oprimidos. En efecto, se trata de pequeños propietarios, que sería un error marginar, pues encajan perfectamente en un proceso de construcción de una sociedad alternativa a la capitalista, una sociedad de transición hacia el socialismo. Stefanoni plantea otra pregunta que profundiza el interrogante: «La acumulación familiar —rebautizada “capitalismo andino”— ¿no se basa de todos modos en formas de explotación y autoexplotación de los menos iguales, generalmente peores, que las que prevalecen en el capitalismo formal, regulado por el derecho del trabajo?» [16]

Disponiendo desde el año 2006 de una mayoría en la Cámara de diputados, el MAS ha afrontado el ejercicio del poder político. Con el tiempo, como todo partido de izquierda que hace el ejercicio concreto de la participación en las instituciones parlamentarias y en el gobierno, se produce una evolución. El MAS no es una excepción. Como dice claramente Stefanoni, el razonamiento de cierto número de militantes cambia: «de la política debe servir para cambiar el país», se pasa a «¿por qué no tengo derecho a un cargo, cuando he hecho campaña y me he batido para que el MAS gane?». Es esto tan frecuente por que, según una regla de funcionamiento del MAS, los candidatos pagan ellos mismos los gastos de su campaña electoral, lo que significa que cierto número de ellos (¿la mayoría?) se endeuda para poder emprender una campaña que le permita tener posibilidades de ser elegido [17]. En ciertos casos, también se comprometen a fin de asegurar los apoyos. Esto propicia el clientelismo, que ya impregnaba la vida política del país.

Cuando el MAS, accedió al gobierno, proclamó que rompía con una tradición que quería que el partido victorioso despidiera a un buen número de funcionarios para reemplazarlos por sus miembros o sus protegidos/clientes. Fijó el máximo de los reemplazos en un nivel muy bajo, el 5 % de funcionarios, a fin de garantizar la institucionalización no partidaria de la función pública. Esta decisión ha sido difícilmente aceptada por una parte de los militantes, que esperaban que su esfuerzo durante la campaña electoral o en la lucha fuera recompensado con puestos de trabajo. Finalmente, la dirección del MAS flexibilizó su posición y fue más allá del límite del cinco por ciento.

En enero del 2007, estalló un escándalo en La Paz: ciertos militantes del MAS se hicieron pagar su apoyo a unos candidatos funcionarios. Pero esto no adquirió proporciones masivas. A principios del 2009, un segundo escándalo causó mas daño: Santos Ramírez, dirigente histórico del MAS [18] que había estado al frente de la empresa petrolera pública YPFB, fue descubierto en flagrante delito de corrupción a gran escala. El MAS en el gobierno reaccionó con firmeza a fin de dar el ejemplo. Santos Ramírez fue arrestado a la espera de su proceso. El MAS demostró a la sociedad que aunque alguno de sus dirigentes no estén inmunizados contra la corrupción, el partido rompía con la tradición de impunidad de los mandatarios políticos y era favorable a su condena en caso de delito. Dicho esto, el escándalo Santos Ramírez provocó una verdadera conmoción, que dejará secuelas [19].

Morales, inmediatamente después de acceder a la presidencia, tomó una medida ejemplar a fin de demostrar que ponía fin a los privilegios: redujo su propio sueldo. Evidentemente, esto fue muy bien visto por la población, con toda razón. La medida implicaba así mismo la rebaja de los sueldos de los demás mandatarios, pues era inconcebible que éstos ganaran más que el presidente y no dieran el mismo ejemplo rechazando sus privilegios. Luego el gobierno creyó oportuno flexibilizar su posición para permitir que los directivos de las empresas públicas percibieran altas retribuciones. Están autorizados a ganar más que el presidente de la República. Álvaro García Linera, quien justifica esta decisión, la denomina la NEP boliviana, haciendo referencia a la NEP aplicada por recomendación de Lenin a principios de los años 20 en la Rusia soviética [20].

Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, aboga por un «capitalismo andino-amazónico»

García Linera es partidario del desarrollo de un capitalismo andino-amazónico en el cual el Estado desempeña un papel clave. Sin deformar la propuesta, se puede considerar que el vicepresidente boliviano es partidario de una forma andino-amazónica de capitalismo de Estado. De modo metafórico, utilizando la imagen del tren, describe con claridad la jerarquía de actores de este modelo: «Es que el Estado es lo único que puede unir a la sociedad, es el que asume la síntesis de la voluntad general y el que planifica el marco estratégico y el primer vagón de la locomotora. El segundo es la inversión privada boliviana; el tercero es la inversión extranjera; el cuarto es la microempresa; el quinto, la economía campesina y el sexto, la economía indígena. Éste es el orden estratégico en el que tiene que estructurarse la economía del país.»[21]. La perspectiva abierta por Álvaro García Linera es claramente diferente u opuesta a un auténtico socialismo del siglo XXI. Hay que reconocer que no lo oculta con rimbombantes frases socialistas. Su proyecto corresponde a uno de los posible guiones para el futuro.

Stefanoni atribuye a Evo Morales una perspectiva cercana o idéntica a la de su vicepresidente:

«Lejos de alentar la lucha de clases en su acepción marxista, Evo Morales reactualiza los clivajes ya mencionados —nación/antinación, pueblo/oligarquía— y promueve de hecho una nueva “alianza de clases” —sin utilizar para ello ese término, que recuerda los años 50. Una alianza que incluye los “empresarios patriotas” y los “militares nacionalistas” para construir un “país productivo y moderno”, gracias a los beneficios de los recursos naturales “recuperados por el Estado”. Lo esencial del programa económico gubernamental se basa así en la modernización/industrialización de una economía atrasada, bajo la dirección de un Estado fuerte que reemplace a una inexistente burguesía nacional.» [22]

Esto nos lleva a las antípodas de las numerosas posiciones adoptadas por Evo Morales en otros países y en los foros internacionales cuando denuncia el sistema capitalista y declara que hay que desembarazar de éste al planeta.

Por otra parte, García Linera cuestiona cierta visión «ongista» [23]:

«[Las] visiones de un mundo indígena con su propia cosmovisión, radicalmente opuesta a Occidente, es típica de indigenistas de último momento o fuertemente vinculados a ONG, lo cual no quita que existan lógicas organizativas, económicas y políticas diferenciadas. En el fondo, todos quieren ser modernos. Los sublevados de Felipe Quispe, en el año 2000, pedían tractores e Internet. Esto no implica el abandono de sus lógicas organizativas, y se ve en las prácticas económicas indígenas. El desarrollo empresarial indígena tiene una lógica muy flexible. Le apuesta a la acumulación pero nunca lo arriesga todo en la acumulación. Primero trabajo solo, con mi entorno familiar, núcleo básico último e irreductible, me va bien, contrato personas y sigo trabajando, me va muy bien, contrato más personas y dejo de trabajar, me va mal, vuelvo al segundo piso, me va muy mal, vuelvo al mundo familiar donde soporto todo. Nunca se acaba de romper con la lógica familiar… Quieren modernizarse pero lo hacen a su manera. Pueden exportar, globalizarse, pero el núcleo familiar sigue siendo la reserva última, que es capaz de sobrevivir a pan y agua. Cuando crece la actividad económica a 10, 15 trabajadores, en lugar de avanzar a 30 o 40, 50, paran, surge otra empresita, del hijo, del cuñado, hay una lógica de apostarle nunca a una sola cosa. Distinto a una acumulación más racional, weberiana, con economías de escala, más innovación tecnológica. En este caso, la familia nunca es el sustento último de la actividad productiva, es un sustento de los vínculos, de las redes, de mercados, lógicas matrimoniales… Hay una lógica propia del mundo indígena pero no es una lógica antagonizada, separada, con la lógica “occidental”. Quienes han participado de los últimos movimientos fácilmente se dan cuenta de eso.» [24]

La explotación de los recursos petroleros de la región amazónica de Bolivia

De un modo coherente, con respecto a la perspectiva de un «capitalismo “andino-amazónico”», García Linera se manifiesta, en la entrevista que sigue, a favor de la explotación de los recursos petroleros de la región amazónica. También aquí defiende una realpolitik apartada del frecuente discurso ecologista del presidente boliviano.

«En el caso de la exploración de gas y petróleo en el Norte paceño, lo que buscamos es producir hidrocarburos para equilibrar geográficamente las fuentes de riqueza colectiva de la sociedad, generar excedente estatal y simultáneamente preservar el entorno espacial en coordinación con las comunidades indígenas. Hoy no estamos abriendo paso en el norte amazónico para que entre Repsol o Petrobras. Estamos abriendo paso en la Amazonía para que entre el Estado. […] ¿Es obligatorio sacar gas y petróleo del norte amazónico de La Paz? Sí. ¿Por qué?, porque necesitamos equilibrar las estructuras económicas de la sociedad boliviana, porque el rápido desarrollo de Tarija [25] con el 90 % del gas va a generar desequilibrios a largo plazo. […] ¿Si las comunidades dicen que no igual el Estado va a entrar? Aquí viene el debate, ¿qué ha pasado? Cuando hemos consultado a la CPILAP (Central de Pueblos Indígenas de La Paz), nos ha pedido que vayamos a negociar a Bruselas con su buffet de abogados y que respetemos unos enunciados medioambientalistas publicados por USAID. ¿Cómo es eso? ¿Quién está impidiendo que el Estado explore petróleo en el norte de La Paz: las comunidades indígenas Tacanas, una ONG, [26] o países extranjeros? Por ello, hemos ido a negociar comunidad por comunidad y allí hemos encontrado el apoyo de las comunidades indígenas para llevar adelante la exploración y explotación petrolera. El gobierno indígena-popular ha consolidado la larga lucha de los pueblos por tierra y territorio. En el caso de los pueblos indígenas minoritarios de tierras bajas, el Estado ha consolidado millones de hectáreas como territorialidad histórica de muchos pueblos de pequeña densidad demográfica; pero junto al derecho a la tierra de un pueblo está el derecho del Estado, del Estado conducido por el movimiento indígena-popular y campesino, de sobreponer el interés colectivo mayor de todos los pueblos. Y así vamos a proceder hacia delante.» [27]
Esta posición adoptada no deja de recordar las diferencias políticas que se manifiestan en Ecuador entre Rafael Correa, por una parte, afín a las posiciones de García Linera, y, por la otra, la CONAIE (Confederación de Naciones Indígenas de Ecuador) y la ONG Acción Ecológica. Correa criticó en repetidas ocasiones las posiciones de los «izquierdistas» y de los «ecologistas radicales» que se oponen a la explotación de los recursos naturales del país. De todos modos, a pesar de estas críticas, la posición oficial del gobierno y del presidente ecuatoriano consiste hasta ahora en proponer a la comunidad internacional no emprender la explotación del petróleo que se encuentra en el territorio Yasuni, situado en la Amazonia ecuatoriana [28]. Alberto Acosta (ex presidente de la Asamblea Constituyente en 2008 y miembro del mismo partido que Rafael Correa, pero defensor de posiciones sensiblemente distintas en varios temas) es uno de los grandes promotores y defensores de la propuesta ecuatoriana [29].

Es lógico plantearse las siguientes preguntas: al tratar de convencer, en nombre del «bloque indígena-popular» (según la expresión de García Linera), a los pueblos amazónicos de que acepten la explotación de los recursos no renovables del subsuelo de los territorios ancestrales que ocupan, ¿no se inscribe el gobierno de Evo Morales en la prosecución de un modelo extractivo productivista? Un gobierno de derecha ¿no habría tenido que afrontar una resistencia popular muy fuerte de los pueblos indígenas si hubiese querido explotar en su territorio el petróleo de la Amazonia boliviana? Si dentro de algunos años la derecha volviera al poder, ¿no reduciría radicalmente las concesiones que el poder central ha otorgado a los pueblos originarios cuando quiso obtener el derecho de explotar los recursos de sus territorios? En ese caso, ¿no habría sido mejor para los pueblos originarios indígenas rechazar la explotación industrial de los recursos naturales no renovables?

Notas:

[1] Sobre la elección de Evo Morales a la presidencia de la república y sus dos primeros anos de mandato presidencial, ver Eric Toussaint, “Bolivia: avances sobre los bienes comunes y la reforma constitucional”. http://www.cadtm.org/Bolivia-avances-sobre-los-bienes

[2] El referéndum revocatorio constituyó una verdadera derrota para la derecha, ya que Chávez fue plebiscitado con un 59,10 % de sufragios a favor (5.800.629 votos), o sea una diferencia de 1.810.000 votos con los que decían sí a la revocación. http://es.wikipedia.org/wiki/Refer%C3%A9ndum_presidencial_de_Venezuela_de_2004

[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Refer%C3%A9ndum_revocatorio_de_Bolivia_de_2008 y http://www.nodo50.org/plataformabolivariana/Externos/ResultadosRefRevBolivia.pdf

[4] La entrevista fue realizada por Maristella Svampa, Pablo Stefanoni y Ricardo Bajo. Se tituló «La derecha no ha sido aún derrotada en el plano económico». El texto completo se publicó en el excelente número de Alternatives Sud, CETRI, dedicado a Bolivia, «La Bolivia d’Evo. Démocratique, indianiste et socialiste?, Vol. XVI, 2009/3, Lovaina-la-Nueva, http://www.cetri.be/spip.php?rubrique119〈=fr

[5] Los departamentos orientales, que forman la Media luna, son Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. En conjunto, representan el 36 % de la población del país y el 45 % del PIB.

[6] Unos quince campesinos fueron asesinados y otras decenas resultaron heridos el 11 de septiembre de 2008 en El Porvenir, provincia de Pando. Su prefecto, Leopoldo Fernández, uno de los mascarones de proa de la oposición de derecha, directamente implicado en la masacre, está en prisión por disposición del poder central.

[7] Dictador que tomó el poder por un sangriento golpe de Estado el 17 de julio de 1980 a la cabeza de un grupo de militares relacionados con el narcotráfico y con el apoyo de la junta militar argentina. El año que se mantuvo en el poder estuvo marcado por un auténtico terror, con cerca de 500 asesinatos y 4.000 encarcelados. Uno los asesinados en el putsch fue el diputado Marcelo Quiroga Santa Cruz, quien había participado en la iniciativa del proceso contra el ex-dictador Hugo Banzer. El 15 de enero de 1981 tuvo lugar el asesinato de ocho dirigentes de la dirección clandestina del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).

[8] El departamento de Santa Cruz constituye el epicentro de la reacción de la derecha.

[9] Los colonizadores son campesinos que ocuparon de nuevos terrenos, ya sea en el marco de la política de colonización promovida par el Estado en los años 30, o bien en el marco de movimientos de población autoorganizadas. Es el caso de las familias que emigraron a la provincia del Chapare, en el departamento de Cochabamba, para cultivar coca. En una primera etapa provenían del altiplano pero luego, a partir del plan de ajuste estructural aplicado en 1985, de las regiones mineras de Oruro y Potosí a causa del cierre de las minas y la consiguiente pérdida de empleo. La familia de Evo Morales era una de estas familias campesinas que dejaron las altas mesetas, áridas y frías, para asentase en las tierras cálidas y húmedas de baja altitud del Chapare. De todos modos, como se ha dicho antes, si bien los cocaleros son efectivamente parte de los colonizadores, éstos no se reducen a los cultivadores de coca. Así, aunque en la movilización contra Santa Cruz participaron los cocaleros del Chapare, fueron sobre todo colonos campesinos de la zona de San Julián los que estuvieron en primera línea.

[10] Muy afectada por la crisis de la deuda que estalló en 1982, Bolivia fue sometida a un plan neoliberal de choque a partir de 1985: privatización de las minas y del petróleo, reducción masiva de salarios y de empleos, apertura económica forzada, reducción del gasto público. El autor intelectual de este plan de ajuste estructural fue el economista estadounidense Jeffrey Sachs, quien a continuación concibió el plan de choque aplicado en Rusia y luego se convirtió en un partidario de la anulación de la deuda de los países pobres, en particular de los países del África subsahariana..

[11] Según Charles André Udry, en los departamentos de Beni y Santa Cruz, 14 familias poseen 312.966 hectáreas. Una parte de estas tierras no se explotan. Estas familias son, desde hace largo tiempo, pilares de los partidos de la derecha más dura. Actualmente, estas familias —que se apropiaron del suelo entre 1953 y 1992, en particular durante los regímenes dictatoriales militares— se suman a las barricadas contra la aplicación de la reforma agraria.. ("Réforme agraire et réappropriation territoriale indigène", http://risal.collectifs.net/spip.php?article2017)

[12] Los pueblos autóctonos bolivianos son generalmente designados como «originarios» en los Andes e «indígenas» en la Amazonia. La nueva Constitución boliviana erige como sujeto de derecho las poblaciones «indígenas originarias campesinas» cuando se trata de dotar a las comunidades rurales de derechos colectivos.

[13] Hay que señalar que si bien la consulta de las poblaciones afectadas por la explotación de los recursos naturales no renovables es obligatorio (lo cual es positivo), ¡su resultado no es vinculante!

[14] Las organizaciones sindicales participantes del MAS son la CSUTCB (Confederación sindical única de trabajadores campesinos de Bolivia), la CSCB (Confederación sindical de colonizadores de Bolivia) y la CNMCIOB-«BS» (Confederación nacional de mujeres campesinas, indígenas y originarias de Bolivia - «Bartolina Sisa». A partir de 1988, la CSUTCB, principal confederación sindical campesina boliviana (que agrupa en su seno a una parte de los «cocaleros») se pronunció a favor de la construcción de un instrumento político propio de los sindicatos. Los sindicalistas, después de haber comprobado que no llegaban a obtener un cambio político en el nivel gubernamental, dijeron que tenían que dotarse de un brazo político a fin de estar presentes en el Parlamento y en todos los niveles del poder, pasando por la participación en las elecciones. A finales de los años 90, Evo Morales y sus partidarios lanzaron el MAS-IPSP en la línea de la orientación adoptada en 1988, concerniente a la creación de un instrumento político del movimiento social. Con el correr del tiempo, el MAS llegó a ser la fuerza política de izquierda más importante, aunque también otras experiencias políticas se desarrollaron en la misma orientación de la CSUTCB, en particular el MIP (Movimiento indígena Pachakuti), de Felipe Quispe, sin hablar de numerosos partidos de izquierda que tienen un origen más antiguo. Felipe Quispe participó junto con Álvaro García Linera, actual vicepresidente de la República, en la guerrilla katarista EGTK y fue secretario ejecutivo de la CSUTCB.

[15] Pablo Stefanoni es coautor con Hervé Do Alto del libro Evo Morales, de la coca al Palacio (Malatesta, La Paz, 2006).

[16] Pablo Stefanoni, «L’Indianisation du nationalisme ou la refondation permanente de la Bolivie», in «La Bolivie d’Evo. Démocratique, indianiste et socialiste?», Alternatives Sud Vol. XVI, CETRI, Lovaina-la-Nueva, 2009/3. http://www.cetri.be/spip.php?rubrique119〈=fr . Escribe: «El gobierno actual replanteó la flexibilización del trabajo aprobada en los años 90 —en particular el “despido libre”—, pero estas reglas no rigen las economías familiares e informales, que son las que predominan en ciudades enteras, como El Alto, vecina a La Paz, con cerca de un millón de habitantes. […] La superioridad de la cosmovisión indígena [una pantalla que oculta a menudo prácticas corporativistas o de unas identidades culturales profundamente arraigadas] sobre la cosmovisión liberal es apenas debatida y la voluntad de destacar la dimensión étnica de la opresión casi ha hecho desaparecer su dimensión de clase. No es una casualidad que los avances en materia de derechos del movimiento obrero sean escasos o nulos.»

[17] De hecho, esta regla cierra el acceso a los más pobres a la candidatura a un cargo de diputado, de senador o de miembro de la Asamblea Constituyente. En realidad, no es raro ver que, en el momento de confeccionar las listas electorales, dirigentes sindicales bien preparados en cuanto a su formación política, tengan que ceder su lugar a unos intelectuales de clase media o pequeños empresarios, con un mayor capital económico.

[18] Según García Linera, Santos Ramírez podía pretender ser el sucesor de Evo Morales como candidato del MAS a la presidencia de la República.

[19] Véase Hervé Do Alto, «“¿Más de lo mismo” o ruptura con los “tradicionales?” Bolivia y el MAS: un caso de democratización paradójico», Le Monde diplomatique, (Edición boliviana), nº 11, febrero de 2009.

[20] «De ahí que hayamos tenido que aprobar una ley que habilite salarios más elevados que el del presidente para cuadros técnicos de empresas estratégicas. Es nuestra forma local de la NEP leninista (Nueva Política Económica, en la Rusia posrevolucionaria). El objetivo de la NEP, además de la alianza con los campesinos, era fundamentalmente reclutar técnicos para administrar los niveles subalternos del Estado, habida cuenta de que si bien el Estado es una estructura política, tiene niveles burocrático-administrativos y técnico-científicos que requieren conocimientos y saberes que no pueden ser adquiridos ni transformados rápidamente. Lenin, para terminar la catástrofe económica que se dio inmediatamente después de la revolución, tuvo que recontratar a los técnicos del antiguo Estado, hasta crear gradualmente una administración más simple. E instruyó: debajo de cada técnico pongan un joven que aprenda, y nosotros estamos haciendo lo mismo. Ya lo iniciamos en el 2006: se cambia la organización y las personas de los niveles decisionales de la administración publica (ministros, viceministros y algunos directores), pero no se toca la estructura secundaria de la administración estatal del Estado, hasta formar cuadros estatales, jóvenes, que sustituyan a los antiguos cuadros.» in Maristella Svampa, Pablo Stefanoni y Ricardo Bajo, entrevista a Álvaro García Linera, «La derecha aún no fue derrotada económicamente».

[21] In Ortiz P. (2007), «Fue un error no liderar el pedido autonómico» (entrevista a Álvaro García Linera), El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 21 de enero de 2007. http://www.eldeber.com.bo/2007/2007-01-21/vernotaaldia.php?id=512

[22] Pablo Stefanoni in «L’Indianisation du nationalisme ou la refondation permanente de la Bolivie», in Alternatives Sud, «La Bolivie d’Evo. Démocratique, indianiste et socialiste?» Vol XVI -2009/3, Lovaina-la-Nueva, http://www.cetri.be/spip.php?rubrique119〈=fr

[23] Neologismo para designar lo relacionado con el mundo de las ONG.

[24] In Svampa M., Stefanoni P. (2007), «Evo simboliza el quiebre de un imaginario restringido a la subalternidad de los indígenas», (entrevista a Álvaro García Linera), in Monasterios K., Stefanoni P. y Do Alto H. (dir.), Reinventando la nación en Bolivia, CLACSO-Plural, La Paz,

[25] El prefecto de la provincia de Tarija es parte de la oposición de derecha en compañía de los prefectos de las provincias de Santa Cruz, Beni y Pando.

[26] En el caso de Bolivia, sin embargo, tal discurso de franca oposición a las ONG es tanto más chocante cuando se muestra en total contradicción con la propia composición del gobierno, donde los ministros han salido en su mayoría de los cuadros de este tipo de instituciones. Entre ellas, el CEJIS (Centro de Estudios Jurídicos y de Investigaciones Sociales), reconocido por los movimientos indígenas de Oriente como un apoyo indefectible en la reconquista por los pueblos autóctonos de sus prerrogativas sobre sus territorios ancestrales. Algunos pesos pesados del equipo de Morales han hecho en ellas su formación, como Carlos Romero, actualmente ministro de las Autonomías.

[27] Entrevista realizada por Maristella Svampa, Pablo Stefanoni y Ricardo Bajo titulada: «La derecha no ha sido aún derrotada en el plano economico». Traducción Denise Comanne y Eric Toussaint. Alternatives Sud, «La Bolivie d’Evo. Démocratique, indianiste et socialiste»?, Vol XVI -2009/3, Lovaina-la-Nueva.

[28] Rafael Correa ha defendido varias veces esta posición en las reuniones de las Naciones Unidas así como en otras instancias internacionales. Esta propuesta, conocida como el proyecto ITT (siglas del nombre de sendas perforaciones de exploración en la zona: Ishpingo-Tambococha-Tiputini), es una de las iniciativas del gobierno ecuatoriano con el fin de luchar contra el cambio climático. Se trata de la no explotación de unos 850 millones de barriles de petróleo en la zona del parque Yasuní, reserva natural cuya biodiversidad es una de las más importantes del mundo. La explotación de un petróleo pesado podría reportar al Estado entre 5.000 y 6.000 millones de dólares (al precio de unos 70 dólares el barril).

[29] Véase una entrevista sumamente importante a Alberto Acosta realizada por Matthieu Le Quang titulada «Le projet ITT: laisser le pétrole en terre ou le chemin vers un autre modèle de développement», www.cadtm.org/Le-projet-ITT-laisser-le-petrole. En castellano, «La moratoria petrolífera en la Amazonia ecuatoriana, una propuesta inspiradora para la Cumbre de Copenhague», www.cadtm.org/La-moratoria-petrolifera-en-la. Alberto Acosta da su versión sobre el origen del proyecto y presenta un gran número de factores contradictorios que intervienen en su concreción.

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